Comprar un local no es lo mismo que comprar una vivienda. No solo porque el uso es diferente, sino porque las condiciones bancarias también cambian bastante. Al solicitar una hipoteca para local comercial, hay aspectos que conviene tener claros desde el principio. De lo contrario, el proceso puede hacerse más complicado o, directamente, no llegar a buen puerto.
Más exigencias y menos flexibilidad
Los bancos tienden a ser más conservadores con los locales comerciales. ¿Por qué? Porque saben que es más difícil vender un local que una casa si las cosas van mal. Esto significa que suelen pedir una mayor entrada -a menudo entre el 30% y el 40%-, aplicar tipos de interés más altos y exigir garantías adicionales.
Por eso, mucha gente recurre a un broker hipotecario. Estos profesionales conocen qué entidades están más dispuestas a financiar este tipo de operaciones, qué documentación es necesaria y cómo presentar la solicitud de forma que tenga más posibilidades de éxito.
El uso del local influye mucho
No es lo mismo financiar un local vacío que uno ya alquilado o con actividad económica. Si el banco ve que el local está generando ingresos, es más probable que apruebe la hipoteca. También valoran si está en una zona comercial con movimiento, si tiene salida de humos, si es esquinero… Todo eso influye en la tasación y, por tanto, en la cantidad que pueden prestar.
Hay quienes compran el local para abrir su propio negocio, y otros lo ven como inversión. En ambos casos, presentar un plan de viabilidad o demostrar experiencia en el sector suma puntos. No se trata solo del ladrillo: al banco le interesa que el proyecto tenga recorrido.
¿Cómo puede ayudarte un broker hipotecario?
Un buen broker hipotecario no solo te pone en contacto con bancos, sino que también analiza tu perfil financiero, te ayuda a mejorar tu puntuación crediticia y te acompaña en todo el proceso. En el caso de los locales, donde los requisitos son más complejos, este acompañamiento puede marcar la diferencia.
Además, los brokers suelen tener acuerdos con entidades que no publicitan sus productos de forma masiva. Esto permite acceder a condiciones que no están disponibles para el público general. También pueden ayudarte a evitar cláusulas abusivas o comisiones inesperadas.
Lo que debes revisar antes de firmar
Antes de lanzarte a por una hipoteca para un local, hay que revisar bien la escritura del inmueble, asegurarse de que esté al día con los pagos comunitarios, que no haya deudas pendientes ni limitaciones de uso. Todo eso puede entorpecer el préstamo o, peor aún, dejarte con un local que no puedes explotar como habías pensado.
Además, conviene tener una previsión clara de los gastos. Entre tasación, gestoría, notaría y entrada, el desembolso inicial puede ser alto. Es importante tenerlo en cuenta para no quedarse corto y poder negociar con solidez.
Invertir con cabeza en lugar de con prisa
Los locales comerciales pueden ser una gran oportunidad, pero también conllevan riesgos. Tener una buena hipoteca y las condiciones adecuadas es parte esencial de que esa inversión tenga sentido a largo plazo. Por eso, rodearse de profesionales y no correr con la elección del banco puede marcar la diferencia entre una operación rentable y un quebradero de cabeza.