Sin duda alguna, se trata de uno de los juegos de miniaturas más famosos del mundo. Ambientado en un contexto futurista donde la estrategia es protagonista, aquellos amantes de esta aventura no solo deben pensar cómo actuar en cada momento del juego, también deben crear sus propios personajes y, para ello, es esencial conocer a la perfección las técnicas de pintura de estas fantásticas miniaturas.
A finales de los años 80, se popularizó el juego de los Warhammer, miniaturas futuristas cuya base era crear estrategias dentro de mundos fantásticos. El mayor atractivo de este tipo de juego es que los participantes deben también crear sus propios personajes, adquiriendo la pieza en bruto para luego, montarla y pintarla. Lo cierto es que, en la actualidad, hay quienes, para contar con los mejores resultados, contratan los servicios de un pintor de miniaturas especializado en Warhammer.
Hay que decir que, debido a la popularidad de este juego, son muchos los artistas expertos en pintar estas figuras, si bien es cierto, en el caso de querer hacerlo uno mismo, es esencial conocer todos los pasos que hay que llevar a cabo. Eso sí, antes de ponerse manos a la obra, hay que tener a mano algunos productos imprescindibles, tales como guantes, lona o periódico, pintura acrílica, imprimante en aerosol, pinceles pequeños, paleta, toallas de papel y pinturas para la técnica del lavado.
Primer paso: el imprimante
Lo primero que hay que hacer para pintar estas miniaturas es aplicar el imprimante sobre las figuras. Lo ideal es que se consiga una lata de aerosol de color blanco o negro, sabiendo que es un producto esencial, ya que ayuda a que, posteriormente, la pintura que se aplique se adhiera con mayor facilidad.
Cuando se tenga el producto y antes de su aplicación, es recomendable estar en un espacio ventilado, para evitar el fuerte olor que desprende el imprimante. Seguidamente, habrá que rociar las miniaturas, sabiendo que deben estar siempre completamente cubiertas. Es importante que, cuando se lleve a cabo esta técnica, se utilicen guantes y cinta adhesiva de doble cara.
Una vez que las piezas están rociadas, habrá que esperar alrededor de 15 minutos para que se sequen. Lo ideal es dejarlas en una lona o periódico, para no manchar nada y no tocarlas.
Segundo paso: la pintura
Cuando las piezas estén totalmente secas, se iniciará el proceso de aplicación de pintura. Hay que recordar que la pintura debe ser acrílica, para ir echando capas en las miniaturas y se adhiera a la perfección. Actualmente, en Internet y las tiendas especializadas, se puede encontrar este tipo de pintura sin ningún problema.
Para su aplicación, es recomendable que la pintura se diluya en agua, además de utilizar un pincel que esté 100% limpio y seco. La base debe añadirse haciendo uso de un pincel pequeño, ya que ayudará a incluir los detalles con mayor facilidad y, además, hay que escoger bien los colores para cada parte de la figura. Tras realizar este paso, es importante dejar secar la pieza, al menos, media hora. Pudiendo aplicar más capas, siempre que esté la figura totalmente seca, para conseguir un mayor realismo en la pintura.
Tercer paso: los detalles
Cuando a la pieza ya se le hayan aplicado todas las capas que se crean necesarias, llega el momento de añadir todos los detalles que se necesiten, como, por ejemplo, perfilar los labios, los ojos o el cabello, que suelen ser las partes más complejas. En el caso de querer conseguir que la figura luzca con mayor iluminación, normalmente, se aplica una base de color claro en la pieza.
De igual modo, si se quiere tener más sombras en el acabado, entonces habrá que llevar a cabo la técnica del lavado, con una pintura mucho más diluida que debe añadirse a las zonas de mayor hendidura de las figuras.
Por último, si se ha detectado algún error una vez finalizado el proceso, siempre habrá que utilizar un poco de agua y una toalla de papel, con esta, se debe frotar en las partes en las que se quieren hacer correcciones, ya que es un elemento muy efectivo para quitar la pintura sobrante.