Una de las bazas del City esta temporada ha sido su acierto de cara a la portería; no es extraño el lamento de Guardiola ante el adiós del Kun Agüero, uno de los artífices de esa gesta. El equipo suma 66 tantos a favor -21 en contra- en un curso en el que las gradas de los estadios de la Premier han estado vacías, pero, curiosamente, eso ha hecho que se marcasen más goles en la primera parte de la temporada.
Mientras el Manchester City se hartaba a marcar a inicios de temporada, el Manchester United hacía pública su desesperación por la falta de títulos. Sin embargo, y pese a la derrota en las semifinales de la Copa de la Liga precisamente ante el City, los de Ole Gunnar Solskjaer no están haciendo una mala campaña en liga. El Man Utd. es segundo y, aunque está a mucha distancia del líder, al menos tienen el consuelo de haberse llevado la batalla del derbi. Los de Solskjaer no pudieron pasar del empate a cero en casa el pasado mes de diciembre, pero se impusieron por 0-2 en el City of Manchester a principios de marzo.
El derbi de Manchester se remonta a finales del siglo XIX, y a lo largo de los años ha pasado por largos periodos en los que el nivel entre ambos equipos ha estado muy descompensado. Después de mucho tiempo de dominio de los diablos rojos, en los últimos tiempos el derbi se ha pintado de azul, tanto, que incluso había perdido algo de competitividad y, por lo tanto, emoción.
Si en todos los derbis la rivalidad que se crea va más allá del enfrentamiento entre dos equipos de la misma ciudad, en el caso de Manchester lo es todavía más. El derbi de Manchester no es una cuestión del territorio que comparten dos clubes cuyos estadios están separados por poco más de 6 kilómetros de distancia. Aquí entra en juego como en ningún sitio el “yo más”: más dinero, más trofeos, más prestigio. Esto va de quién tiene más.
La primera vez que los dos principales equipos de esta ciudad del norte de Inglaterra se enfrentaron fue el 12 de noviembre de 1881. El St. Mark’s, que luego se llamaría Ardwick City y acabaría siendo Manchester City, invitó al Newton Heath, que posteriormente sería el Manchester United y que ganó aquel partido por 3-0.
Ese mismo resultado, aunque a favor del City, fue el que se dio cuando ambos equipos, ya con los nombres por los que los conocemos, se enfrentaron por primera vez en la primera división del fútbol inglés. Poco le duró la alegría al City; aquel partido se jugó en 1906 y, apenas dos años más tarde, su rival conseguía llevarse el primer título de liga. Los citizens tuvieron que esperar a 1937 para ver a su equipo campeón.
En 1958 tuvo lugar la catástrofe del accidente aéreo de Múnich, que se cobró la vida de veintitrés personas, entre ellas, ocho jugadores del Manchester United. Este hecho, que supuso una tregua lógica con el City y otros rivales históricos como el Liverpool, marcó el devenir del club, y supuso una época de recuperación que culminó en los años 60 gracias a la magia de figuras icónicas de la historia del fútbol como Bobby Charlton o George Best. Gracias a las botas de esos jugadores, el Manchester United se convirtió en campeón de Europa por primera vez en 1968.
Pero el momento en que hubo una desigualdad enorme entre ambos equipos no llegó hasta la era de la Premier League, que el Manchester United domina no solo respecto a sus vecinos, sino a cualquier otro club de la Premier. Se han llevado 13 de los 26 títulos de la Premier League que se han disputado, todos bajo la batuta del mismo hombre: Sir Alex Ferguson.
Amado y odiado a partes iguales en la ciudad de Manchester, antes de que dijese adiós al club en 2013 después de 26 años a su servicio, Ferguson consiguió 38 títulos para el Manchester United y marcó un antes y un después en la historia del equipo y del fútbol inglés. Sin embargo, en cuanto al derbi de Manchester no solo es que el United fuera intocable, es que el City era un equipo bastante mediocre.
En los primeros 10 años de la Premier League, mientras que el Man Utd. nunca bajó del tercer puesto y ganó ocho títulos de liga, el Manchester City sufría para mantenerse en la primera división. De hecho, durante ese periodo, pasaron hasta cinco temporadas en segunda.
Las cosas empiezan a cambiar en 2008, con la llegada de los “petrodólares”. Ese año, el Abu Dhabi United Group se hace con el Manchester City y da un golpe de efecto espectacular con el fichaje de Robinho por 32’5 millones de libras esterlinas, un récord para el fútbol británico de entonces.
Las cosas empiezan a nivelarse en el derbi. El Manchester City empieza a parecerse un poco al United. Tradicionalmente, el City ha sido el equipo de la ciudad. Los éxitos del United le llevaron a convertirse en una especie de marca global, con muchísimos seguidores en todo el mundo, pero un poco ajeno a la propia ciudad de Manchester; el público de Old Trafford suele venir de distintos puntos de Inglaterra, mientras que los seguidores del City son principalmente locales. De hecho, cuando en 2009 Carlos Tévez firmó por el City después de haber estado dos años en el Manchester United, el club le recibió con un gran cartel que ponía: “Bienvenido a Manchester”.
Bajo el mandato árabe, empiezan a llegar los jugadores y entrenadores estrella al equipo, y los citizens empiezan a hablarle de tú a tú a un United que estaba llegando al final de una larga temporada de triunfos. Esta época nos deja derbis muy recordados por los aficionados, sobre todo porque suponían un cambio de guion. Un buen ejemplo son los partidos de Premier de 2011. En febrero, el Manchester United ganó en casa por 2-1 con el que probablemente sea el gol más icónico de Wayne Rooney, pero unos meses después, en octubre, el City destrozó a los locales en Old Trafford por 1-6. Uno de esos seis goles fue de Mario Balotelli, que lo celebró mostrando una camiseta que decía: “Why always me?”
Esa temporada, 2011/12, el Manchester City ganó su primer título de Premier League, destronando al Manchester United que había ganado el año anterior. La siguiente temporada, 2012/13, el United ganaría su último título de Premier hasta la fecha.
Ahora, todo indica que el City se llevará su quinto trofeo de Premier League, séptimo campeonato doméstico en total, mientras que el United se tendrá que conformar de nuevo con recrearse en los tiempos pasados, aunque si lo puede hacer desde el subcampeonato, seguro que lo lleva mejor.