A la hora de acometer obras de reformas en la casa, negocio o lugar de trabajo, hay muchas consideraciones que deben tomarse en cuenta antes de siquiera empezar los trabajos. Las reparaciones de cerrajería, fontanería y electricidad son tan importantes como pegar azulejos nuevos en el baño o cambiar los muebles de la cocina. Asimismo, los presupuestos detallados y explorar materiales baratos, duraderos y versátiles como el hormigón forman parte de estas cuestiones a tener en cuenta.
Esta es una guía que debe observarse antes de comenzar cualquier trabajo en el hogar o negocio:
1.- Seguridad
Las reparaciones de cerrajería, fontanería y electricidad forman parte de la seguridad integral de la vivienda o negocio. Son el alma de la obra, aunque no involucren asuntos estéticos. Hay que comenzar por presupuestos de reparaciones en bdbnpresupuestos.com para tener claro los materiales que se van a usar, las cantidades y las especificaciones.
Al hablar de seguridad en una obra de reformas no solo se trata de evitar que entren los ladrones con buenas cerraduras, sistemas de alarmas o cilindros y puertas blindadas. La fontanería y la electricidad también son factores muy relevantes.
Los sistemas de tuberías de aguas blancas, negras, disposición de aguas servidas como las de lluvia o limpieza de patios y garajes son esenciales en toda obra bien sea esta una que inicie desde cero o sus cimientos o de reformas.
Los expertos deben encargarse de estas labores porque una tubería inadecuada en dimensiones o materiales puede causar daños estructurales de humedad o filtraciones en las paredes.
Lo mismo sucede con la electricidad: cables, diferenciales, tomas de corrientes y todo lo que implique estos circuitos tiene que diseñarse en función de la cantidad de equipos y mega vatios consumidos. Solo los electricistas expertos pueden hacer estos planes o cambios en las reformas.
2.- Presupuestos, garantías y certificaciones
Las reformas integrales deben planificarse con tiempo y con organización. Esto comienza por buscar la empresa indicada y conversar con el encargado sobre los trabajos que se quieren hacer y las metas que se desean alcanzar con estos.
Muchas veces las familias buscan determinados resultados y no saben bien cómo lograrlos. Por eso el contacto con los trabajadores es primordial. Estos darán la óptica profesional, mucho más allá de la estética y la moda en tendencias de diseño.
Los presupuestos detallados con los materiales, cantidades y aplicaciones prácticas en los proyectos, así como la garantía que la empresa de reforma ofrezca y las certificaciones para operar legalmente deben discutirse y tenerse por escrito.
Al aclarar todo esto, se determinan los plazos de la obra, la entrega y los posibles contratiempos que puedan surgir al llevar a cabo los trabajos.
Lo ideal es que la compañía que se encargará de la obra, designe a un encargado para que los clientes se comuniquen, aclaren dudas o pidan explicaciones a una sola persona. Esto hace fluir mejor todo y no hay lugar a equívocos.
Además, los presupuestos y garantías son documentos legales que protegen a ambas partes y que dejan todo muy en claro.
3.- Los materiales
No son pocas las ocasiones en las que se tienen que elegir los mejores materiales o revestimientos para suelos. Solo los conocedores saben cuál escoger para cada uso. En exteriores, nada mejor que el hormigón rayado por su durabilidad, resistencia y la aportación de mejoras a toda tracción.
El hormigón rayado no es más que cemento armado o concreto con diseños de rayas o patrones que sirven para innumerables aplicaciones en exteriores y también en interiores donde se necesite un material resistente y duradero.
Lo bueno es que las técnicas modernas del “rayado” del hormigón permiten la personalización al máximo, no solo de patrones o diseños, sino de colores y diferentes texturas adaptables a cada necesidad arquitectónica.
Este tipo de concreto armado puede ser tan bello y estético como las baldosas, azulejos u otros materiales a solo una fracción del coste y con formas y matices individualizados.
Por eso puede aplicarse en calzadas, garajes, patios, jardines, plazas o parques públicos sin el más mínimo inconveniente. Su tiempo de fraguado no excede las 48 horas y el mantenimiento es mínimo y muy sencillo: solo basta agua y jabón.