Para comprender mejor el tema es necesario saber que la palabra Brexit es un neologismo; es decir, es una palabra empleada para nombrar un nuevo concepto; fue creado para referirse a la salida del Reino Unido de la Unión Europea. En este caso, es la unión de dos palabras del inglés abreviadas: Britain, que significa Gran Bretaña, y exit, que traduce salida.
El 29 de marzo de 2017, el Reino Unido es el primer Estado de la Unión Europea que decide salir de la Organización que fue capaz de crear un mercado único, un espacio sin fronteras y una moneda común.
Esta situación hace pensar a la Organización, que el Brexit no va a ser el último; ya que existen grupos políticos y sociales que motivan la salida de sus países de la Unión Europea; esto está sucediendo en países como Francia, Italia, Holanda o Austria, entre otros. Ante esta realidad, la Unión Europea debe dar respuesta de unidad, para que no haya efecto multiplicador en el resto de países que la integran; sobre todo en aquellos donde el nacionalismo es poderoso y radical.
Situación del Brexit Actualmente
La salida del Reino Unido de la Unión Europea es una realidad. Sin embargo, existen trámites burocráticos que no han permitido la salida formal de esta Organización; después de 9 meses, el embajador británico ante la Unión Europea, Tim Barrow, ha consignado al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, la carta por la que el Reino Unido solicita formalmente abandonar la Unión Europea.
Todas las conversaciones entre todos los miembros de la Unión Europea se centran en qué tipo de acuerdo aceptará el Reino Unido tras su salida. Desde el inicio de la puesta en marcha del Brexit, las negociaciones se han centrado en las condiciones de residencia y trabajo de los ciudadanos de la Unión Europea que habitan en el Reino Unido y los ciudadanos británicos residentes en la Unión Europea; es decir, que estos ciudadanos puedan mantener sus condiciones actuales.
Para la primera ministra británica, Theresa May, el Brexit amenaza con descomponer las relaciones internas del Reino Unido. Movimientos políticos y sociales de Escocia han solicitado nuevamente la celebración de un segundo referéndum, con la intención de conseguir su independencia y permanecer en la Unión Europea. La ministra principal, Nicola Sturgeon, ha destacado que conseguir la independencia es la única forma de proteger los intereses de Escocia ante el Brexit.
Igual pretensión tienen la mayoría de los habitantes y organizaciones sociales y políticas de Irlanda del Norte; donde están exigiendo un acuerdo con la Comisión Europea que garantice la convivencia con Irlanda del Sur; con la finalidad de seguir perteneciendo a la llamada zona euro.
¿Qué Podemos Concluir?
Pareciera que el Parlamento Británico será quien decida en qué dirección irá el Brexit; la primera ministra, Theresa May, tuvo que ceder el control de la negociación a los diputados de la Cámara de los Comunes (la cual está cada vez más dividida), para que sean ellos quienes decidan qué es lo mejor para el Reino Unido; si se acepta la propuesta que la primera ministra y su partido llevarán a la Cámara de los Comunes, esto significaría una salida abrupta de la Unión Europea, o solicitar una nueva extensión de unos meses a la Organización, para que se pueda renegociar con tiempo un pacto diferente al conseguido hasta ahora.
Si no es posible un acuerdo negociado con la Organización, el Reino Unido dejaría de pertenecer inmediatamente a la Unión Europea; teniendo que acogerse a las leyes de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Desde ese momento reinaría la anarquía en las fronteras; quedando desprotegidos los ciudadanos de la Unión Europea que habitan en el Reino Unido y los ciudadanos británicos residentes en la Unión Europea; Se tendría que llevar a cabo planes de contingencia que la primera ministra Theresa May debe estar evaluando cómo poner en marcha.