Cuando llega el verano, la conciliación familiar se complica en gran medida. Es imposible asumir los tres meses de vacaciones que tienen nuestros pequeños, ya que nosotros nos debemos conformar generalmente con poco más de 20 días hábiles. En consecuencia, lo más recomendable es buscar experiencias para que los hijos estén ocupados unas cuantas semanas. Algo en lo que los cursos de inglés en Irlanda tienen mucho que decir. ¿No termina de convencerte la idea de enviar a tu pequeño fuera del país? Te damos hasta cuatro razones que te animarán a hacerlo.
Inmersión absoluta en el idioma
Aprender inglés es un requisito fundamental en los tiempos que corren y los cursos de verano en Irlanda son la mejor forma de hacerlo. Las horas lectivas en el colegio están lejos de ser suficientes como para que los jóvenes se manejen a la perfección en este idioma; ya que se suele priorizar en el apartado teórico por encima del práctico. Y, para conocer una lengua, es necesario hablarla.
Si mandas a tu hijo unas cuantas semanas a Irlanda, tendrán una experiencia completamente inmersiva. Se verán obligados a hablar inglés para interactuar con el resto de las personas, garantizando así que su nivel lingüístico se multiplica una vez vuelvan a España. Un paso en firme en su educación que le valdrá para el futuro laboral, fruto de lo globalizado que está el mundo hoy en día.
Familias acogedoras y preparadas para su bienestar
Uno de los temas que más preocupan a los padres cuando se plantean este tipo de experiencias para sus hijos es no saber si la familia que va a acoger al pequeño está preparada para ello. No obstante, puesto que los cursos de verano en Irlanda para adolescentes son toda una tendencia, cada vez más son las casas que abren sus puertas para recibir a jóvenes durante el verano.
Estas familias no solo van a contribuir a la experiencia inmersiva de la que te hablábamos antes (se comunicarán con tu hijo en inglés), sino que lo van a cuidar de forma ejemplar. Se han acostumbrado a este tipo de servicios y se encargan de garantizar que le dan todo lo que necesita en su día a día. Por consiguiente, puedes respirar tranquilo durante el tiempo que dure su estancia; sabiendo que tiene un hogar en perfectas condiciones.
Cursos adaptados a todas las edades
Siguiendo con esto de la tendencia en la que se han convertido este tipo de viajes, hay que señalar que hay múltiples agencias especializadas en la organización de cursos. Esto ha provocado que crezca la versatilidad de escuelas y de aulas en las que se imparten clases de inglés, haciendo que la adaptabilidad al nivel y edad de tus pequeños sea precisa.
De este modo, si tu hijo se encuentra entre los 12 y los 16 años, con total seguridad vas a encontrar el curso perfecto para él. Unas clases intensivas que potenciarán su conocimiento teórico para que, puesto que el idioma se va a practicar continuamente, mantengan conversaciones fluidas de forma incontestable. Ya verás como ser bilingüe no es tan complicado como se esperaba.
Deja que descubran quiénes son fuera de casa
El aprendizaje que van a obtener los jóvenes tras esta aventura no solo está ligado al ámbito académico, sino que también contribuye a su desarrollo personal. Es importante que salgan de su zona de confort (el hogar) y que vivan sus propias experiencias lejos de los padres. Algo que les ayudará a descubrir quiénes son exactamente y tener un primer contacto con la madurez.
Asimismo, el escoger un país como Irlanda, también aumentará su valor cultural; ya que conocerán muchos de los puntos de interés del país con excursiones organizadas. Una razón más para que aproveches los meses de verano de cara a que disfruten de actividades únicas que van a contribuir a su futuro. Todo ello mientras, no nos engañemos, disfrutas de unas cuantas semanas de libertad en tu propio hogar.