La similitud entre la sintomatología y algunas de las causas, complican la tarea de diferenciar la ansiedad de la depresión. Por otra parte, las dos patologías responden a la capacidad de adaptarse al entorno, de ahí que pueden ser la respuesta frente a un mismo episodio.Por fortuna, en psicólogos Vallecas se dispone de la opción de hacer un test para identificar la depresión y otro, para descartar que se trate de ansiedad. Asimismo, existen factores que permiten establecer diferencias entre ambos trastornos.
¿Por qué se confunde la ansiedad con la depresión?
En la actualidad, se estima que los problemas de salud mental representan cerca del 8% de la pérdida de años de calidad de vida de la población mundial. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la depresión figura entre las principales causas de morbilidad.En la mayoría de los casos, la ansiedad tiene base en estados depresivos, sin apartar lo complejo identificar los síntomas de depresión por sí mismos frente a episodios que generan estados ansiosos.Si bien los padecimientos comparten similitudes, entre ellas, los factores desencadenantes, sus efectos son bastante diferentes. De acuerdo a ello, cobra importancia la necesidad de un diagnóstico oportuno.
¿Cómo diferenciar la ansiedad de la depresión?
Aunque los profesionales de la salud mental son los indicados para ofrecer diagnosticar las patologías a partir de los síntomas de ansiedad o cuadros depresivos, existen factores claves que simplifican el proceso:
El modo de interpretación
Los estados depresivos o cuadros ansiosos corresponden a la manera de reaccionar frente a eventos internos o externos. Se habla de depresión cuando se perciben como fallo o pérdida, mientras que, corresponde a ansiedad, si la respuesta obedece a la sensación de amenaza.En el primer caso, la reacción del cerebro es activar el sistema de conservación de energía y prevalece el sentimiento de tristeza. En el segundo, la sensación es de miedo ya que el paciente se siente amenazado.
Cuadro clínico
Como muchos otros trastornos psicológicos, la ansiedad y depresión alteran la calidad de vida de las personas, sobre todo, a nivel personal. Es recomendable que quienes lo padecen busquen apoyo en terapia de pareja Madrid una vez confirmado el diagnóstico definitivo.El cuadro clínico de la ansiedad se vincula al desequilibrio de múltiples aspectos a nivel cognitivo y psicofisiológico. La sintomatología incluye mareos, aceleración de la respiración y ritmo cardiaco, sensación de fatiga, sudoración e irritabilidad.Las personas ansiosas suelen ser incapaces de concebir el sueño con facilidad, necesitan ir frecuentemente a orinar y diarrea. Asimismo, presentan dolor abdominal acompañado de cefaleas y temblores.Por su parte, los estados depresivos están relacionados con baja autoestima y sentimientos de culpa. Sentirse deprimido altera las ganas de comer y la capacidad de concentración; es común sentirse cansados y experimentar trastornos del sueño.
Alteraciones diarias
Salvo contados casos, las personas ansiosas no experimentan variación de estado durante el día. Contrariamente, la depresión es un trastorno mental caracterizado por la alteración constante, los pacientes pueden sentirse peor en determinadas horas del día e incluso, en estaciones del año.Otro punto diferencial radica en que el trastorno de ansiedad no implica pérdida del disfrute o placer, mientras que la depresión sí.Durante los cuadros ansiosos, las personas enfrentan el temor respecto al futuro y posibles consecuencias ante ciertas situaciones, contrariamente a la perspectiva de los pacientes depresivos que minusvalorar el presente, por lo que el futuro no forma parte de sus preocupaciones.
Causas u origen del problema
Finalmente, estos trastornos pueden diferenciarse en función de su origen. La depresión tiene por tendencia una causa de índole psicológica, los detonantes de la ansiedad son más variados, abarcan desde abusos de la ingesta de alcohol, hasta consumo de sustancias estupefacientes.Las deficiencias alimenticias también son causa de ambas patologías, en especial, niveles bajos de vitamina B12.