Seguramente alguna vez tu baño haya acumulado olores extraños, o incluso hayas visto que el agua no fluye con normalidad. La bañera se atasca o hasta el WC sube su nivel de agua sospechosamente. No es que se haya roto ninguna tubería, es que ha llegado el momento de abrir el bote sifónico.
Este bote es una especie de depósito que conecta todo lo relacionado con el baño, como son las duchas, el lavabo, el bidé o el WC, con la tubería bajante que da al exterior. Si esto se atora, tu vivienda no conecta con el exterior, lo que provoca que las aguas residuales se vayan acumulando.
Ahora que sabes lo que es, toca aprender a abrirlo. Te vamos a explicar el proceso que tienes que seguir en caso de que se produzca un atasco en el bote sifónico y tengas que adentrarte en él. Pero no te preocupes porque, como vas a ver ahora, es algo bastante más sencillo de lo que parece. De hecho, cualquiera puede hacerlo y resolver problemas de atascos en tan solo unos minutos.
¿Cómo se limpia el bote sifónico? Pasos a seguir
Antes de ponerte manos a la obra para limpiar el bote sifónico, necesitas asegurarte de contar con las herramientas adecuadas. Por suerte, hablamos de una parte de nuestros baños que es de fácil acceso, y para la que realmente no hace falta contar con ningún equipo especial.
Lo único que necesitas es tener un buen destornillador con una cabeza que coincida con la tapa del embellecedor del bote sifónico. Junto a eso, tendrás que usar guantes y, si resulta necesario, algún alambre que retire el posible atoro que se pueda producir.
Sobre esto último, los profesionales de fontanerossabadell.cat aconsejan comprar directamente los muelles desatascadores. Son herramientas muy buenas para los atascos que se pueden producir tanto en este bote como en los WC. Así, ya tendrás entre tus herramientas a la compañera perfecta para desatorar.
Con el material y el equipo aclarados, vamos a ver ahora cómo se limpia y desatora el bote sifónico. Como podrás comprobar, no es una tarea demasiado complicada.
Busca y retira el embellecedor en el baño
La tapa del bote sifónico nunca está a la vista, pero es perfectamente localizable. Por lo general, todos los cuartos de baño cuentan con una placa circular metálica con un tornillo en su centro. Eso es lo primero que tienes que retirar si quieres desatascar el agua y que todo vuelva a la normalidad.
Lo único que tienes que hacer aquí es coger un destornillador y desatornillar esa parte central. Cuando hayas quitado el tornillo, tira de la placa y ya tendrás la tapa del bote sifónico frente a ti. Es muy fácil.
Quita la tapa del bote
El siguiente paso es lógico, y consiste en quitar la tapa del bote sifónico. Observa cómo está compuesta por una manivela con algún que otro pequeño agujero. Pero no te preocupes, porque el mecanismo es la mar de sencillo.
Solo tienes que girar la manivela en el sentido contrario a las agujas del reloj. Con un par de movimientos ya se habrá abierto el mecanismo y podrás retirar la tapa del bote. Como te decíamos antes, y como habrás podido comprobar, todo está siendo bastante sencillo, y lo que es mejor, bastante rápido.
Explora y retira los obstáculos
Ahora, es el momento de ponerse los guantes para proteger las manos. Una vez los tengas puestos, toca meter la mano dentro del bote para ver qué es lo que está bloqueando el flujo de agua. Lo más probable es que haya restos sólidos o incluso grandes cantidades de pelo, que suele ser lo que más provoca los atranques.
En caso de no poder meter la mano, o de que se presenten complicaciones, puedes usar instrumentos como el muelle desatascador que hemos mencionado antes. No es lo más recomendable, pero sí una buena medida en caso de tener dificultades para sacar lo que está obstaculizando el paso del agua.
Cierra el bote
¿Ya has terminado? Pues ahora toca volver a montarlo todo. No te preocupes porque, si era fácil de abrir, también es muy fácil cerrar el bote sifónico. Solo tienes que seguir el orden inverso al que seguiste para abrirlo.
Es decir, coloca primero la tapa girando la manivela en el sentido de las agujas del reloj, para que quede bien cerrada. Por último, coloca el embellecedor y atorníllalo para dejarlo tal y como estaba.
Ya te adelantábamos que esta tarea era bastante sencilla, y lo cierto es que es recomendable realizarla de vez en cuando para comprobar que todo esté en orden. Pasamos un año y medio de nuestras vidas en el baño, y qué menos que hacerlo con las mejores condiciones posibles.