ABU DHABI – Islam Makhachev siempre se ha movido como un campeón y el sábado en UFC 280 el ruso se convirtió en uno, destronando al hombre que una vez fue considerado el rey del peso ligero Charles Oliveira por sumisión en la segunda ronda.
El peleador de 31 años aplicó la presión de la campana, conectó un enorme recto de izquierda en el primer asalto y despejó el camino para el control cuando la pelea se fue al suelo.
El final llegó después de que el brasileño fuera derribado por un gancho de derecha y Makhachev se deslizara en un triángulo que fue abofeteado a los 3 minutos y 16 segundos de la segunda ronda.
“Entrené muy duro para este momento”, dijo Makhachev. «Toda mi vida, (desde) cuando era niño, he estado listo para este momento».
La carrera de 22-1 de Makhachev fue perfeccionada por su compañero ruso Khabib Nurmagomedov, posiblemente el mejor boxeador que haya visto el deporte, y la estrella ahora retirada estaba radiante con una actuación que reflejó muchas de las suyas en un récord invicto de 29-0.
Makhachev entregó el cinturón a su hombre después, mientras rendía homenaje a su padre Abdulmanap Nurmagomedov, el entrenador que guió las carreras de ambos antes de su muerte en 2020.
«Hace muchos años me dijo ‘Vas a ser campeón'», dijo Makhachev.
Oliveira fue despojado del cinturón de peso ligero por no subir de peso en su enfrentamiento, y eventual victoria, contra el estadounidense Justin Gaethje en mayo.
En la otra pelea por el título de Ultimate Fighting Championship (UFC) de la noche, el campeón de peso gallo Aljamain Sterling derrotó a su compatriota, y ex dos veces campeón, TJ Dillashaw.
Dillashaw entró en la pelea con problemas en el hombro izquierdo y luego no pudo hacer mucho, ya que extrañamente parecía seguir cayendo fuera de su órbita.
Era solo cuestión de tiempo antes de que Sterling derribara a Dillashaw y montara, y una ráfaga de golpes sin respuesta trajo el nocaut técnico a las 3:44 del segundo.