Las lentillas son una perfecta solución estética para quienes tienen problemas de visión y no desean ponerse gafas. Sin embargo, a la hora de elegir las más adecuadas, debemos tener en cuenta varios factores muy importantes, lo cual no siempre es fácil, debido a la amplia oferta que hay en el mercado. A continuación, vamos a ver los aspectos a valorar.
El material del que están hechas las lentillas
Actualmente, podemos encontrar lentillas rígidas, que no son muy cómodas, pero, a cambio, tienen una gran estabilidad. No obstante, son mejores las de hidrogel de silicona, que presentan una gran flexibilidad y adaptación al ojo. Además, facilitan que se oxigene y evitan infecciones.
La adaptación de las lentillas
Aparte de la flexibilidad, es muy importante que las lentillas se adapten a nuestros ojos. En este sentido, su curva base, es decir, la que presentan en su parte trasera, debe ser lo más parecida posible a la de nuestra córnea.
Asimismo, resulta fundamental que tengan un buen diámetro para que se adapten perfectamente al centro de nuestros ojos y sean más fáciles de quitar. Si estos son pequeños, las lentillas deben ser, igualmente, de poco diámetro.
Sin embargo, esto no es adecuado para quienes sufren de astigmatismo. Las lentillas que corrigen este problema son las tóricas, que tienen un diámetro más grande para evitar molestas rotaciones. Y esto nos lleva a centrarnos en la función que han de desempeñar.
La función de las lentes
Como acabamos de decir, las lentillas tóricas sirven para corregir el astigmatismo. Por su parte, las esféricas se usan para la miopía y la hipermetropía. Finalmente, las progresivas se utilizan en casos de presbicia, aunque también en algunos de astigmatismo e, igualmente, de miopía e hipermetropía.
Los tipos de lentillas
Básicamente, podemos distinguir entre las lentillas desechables y las de mayor duración. En cuanto a estas últimas, a su vez, pueden ser semirrígidas, que ofrecen una mayor calidad visual y oxigenan mejor el ojo. Igualmente, pueden ser lentillas blandas convencionales, que corrigen todo tipo de defectos y son bastante más económicas que las anteriores. Respecto a su duración, si se utilizan unas diez horas al día, puede llegar hasta los dos años.
En cuanto a las lentillas desechables, como su propio nombre indica, son de usar y tirar. También las encontramos quincenales y mensuales: su uso recomendado son diez horas. Además, nunca es conveniente dormir con lentillas desechables.
Por último, no deben olvidarse las que tienen una finalidad puramente estética.
En conclusión, elegir las lentillas adecuadas es muy importante para la salud de nuestros ojos. Además, según el uso que hagamos de ellas y el tiempo que queramos dedicar a su cuidado, podemos elegir lentillas desechables o de mayor duración.