Una startup se caracteriza por ser el comienzo de una empresa con una gran proyección hacia el futuro a través del uso de tecnologías. Por lo tanto, es importante afirmar bien las bases desde su inicio y al mismo tiempo, saber cómo actuar en el momento en que no se quiera seguir más con la misma.
Startup es una palabra que define el proceso de iniciación de un emprendimiento que se proyecta con gran crecimiento. Estas no necesitan contar con un gran capital, sino que se valen de las nuevas tecnologías digitales para aumentar su escalabilidad.
Sin embargo, como en todos los negocios, es fundamental tener una buena planificación inicial que ayude a asentar las bases del negocio. De esta manera, podrás conocer qué acciones debes tomar para despegar, progresar y de ser el caso, identificar el momento ideal para culminar el proyecto.
Arma un plan
Cuando se está comenzando un negocio, es primordial realizar un plan de viabilidad de una empresa que permitirá determinar si el proyecto que tienes entre manos será rentable económicamente en el futuro, estimando un periodo de 3 a 5 años, más o menos. Dicho plan, será útil ante diferentes escenarios, tales como:
- Persuadir a otras personas para que forme parte del proyecto y se animen a invertir en él.
- Te ayuda a decidir qué se hará a continuación de cada etapa.
- Animar a otros a participar.
- Identificar variables claves en el emprendimiento y su coste total, para saber si es necesario solicitar financiamientos.
Por otra parte, es importante saber que todos los datos expresados en el plan deben tener una estimación real, de modo que puedan ser constatados por entes financieros, inversionistas o socios. Asimismo, es aconsejable que incluyas en la sección económica financiera, aspectos como las inversiones, los financiamientos, costos de productos o servicios, los gastos y las reservas de la caja.
Consigue socios y arma tu equipo
Comenzar con una startup por ti mismo, tal vez se torne un poco complejo debido a que son muchas las tareas que deben ser cubiertas. Por tal razón, la mejor alternativa es conseguir socios para que te acompañen, bien sea a nivel financiero o para ejecutar acciones.
Una vez tengas a las personas, necesitas realizar un pacto de socios modelo, en el cual se establecen los aportes económicos y no monetarios de los socios. Igualmente, es allí donde quedan expuestos los deberes y derechos de cada persona involucrada, así como los sueldos devengados, los objetivos de la compañía y cualquier otro parámetro que sea necesario estipular para el adecuado funcionamiento de la empresa.
Pese a existir varios modelos de pactos, lo ideal es redactar un escrito que sea auténtico y exclusivo de la asociación, pues cada grupo tiene sus particularidades y condiciones. Del mismo modo, deben tener en cuenta que como todo, este pacto también puede estar sujeto a modificaciones, las cuales de hecho se recomienda realizar cada cierto tiempo para ajustarlo a la realidad.
Ten un plan de salida
Aunque la idea de emprender no es fracasar, esta es una posibilidad innegable que tienen todas las startup debido a que las necesidades del mercado pueden variar o se pueden cometer ciertos errores que te hagan pensar en la liquidación del negocio.
Ante esto podrías aplicar una estrategia de desinversion, con la que reducirás algún activo o aumentarás pasivos para realizar una reestructuración con la que se consigan más recursos para redirigirlo a otros sectores económicos más rentables.
De esta manera, estarás evitando la quiebra de tu negocio vendiendo una parte que no cumplió con los objetivos propuestos, y así tengas la oportunidad de salir de deudas, mejorar tu economía e incluso apostar por otras áreas empresariales.
Todo parte de la organización Ya culminando, hay que recordar que los emprendimientos basados en el uso de las tecnologías tienen un actualmente mucho potencial como startup. Por lo tanto, si tienes una idea innovadora, el éxito de tu emprendimiento radicará en la organización y constancia. De este modo, trabaja siempre con esos principios básicos y triunfarás.