¿Qué tanto te gustan las croquetas? a mí me encantan y eso que no soy fanática de la fritanga. Pero, cuando se trata de darse un gustazo con algo crocante y delicioso apuesto a una croqueta. Y cuan deliciosa es una croqueta de cecina y queso amarillo o las aclamadas croquetas de pollo. Es más, puedo asegurar que quién no haya degustado una croqueta de atún hecha por la abuela, no sabe aún lo ricas que son. Ahora bien, hoy todos conoceremos cómo rebozar croquetas perfectamente.
Las croquetas tiene origen francés y el mundo entero cae rendido ante ellas y sus miles de variantes; tanto así que el 16 de enero de cada año se celebra el “día internacional de la croqueta”, y no es para menos pues son una delicia. Entre los secretos para obtener unas croquetas perfectas esta elaborar una crema bechamel que no quede ni muy líquida, ni muy espesa. De allí, en adelante las combinaciones de ingredientes se dejan a la imaginación. Pero, el rebozado perfecto es otra cosa.
Y como a muchos las croquetas se les deshacen al freírlas, lo que debe ser una experiencia sublime se convierte en un gran lío. Por ello, sigue nuestras infalibles sugerencias para que nunca más te quedes con las ganas de comer unas espectaculares croquetas; ni tengas que conformarte con probar las croquetas congeladas que de verdad predisponen a más de un comensal a no querer probar más nunca una croqueta.
Ahora, toma nota del paso a paso para lograr el rebozado perfecto en tus croquetas.
Cómo rebozar croquetas
La masa base para hacer las croquetas es la crema bechamel; aunque se elaboran también croquetas sin bechamel. Lo ideal para que el rebozado de tus croquetas sea de otro nivel es que la masa repose de un día para otro en tu refri.
Otra cosa a tener en cuenta es el tamaño, las croquetas muy grandes son difíciles de manipular y se rompen más fácilmente. Por eso, es preferible hacer croquetas de tamaño mediano.
El rebozado perfecto se consigue al rebozar las croquetas primero en harina, luego en huevo batido y por último en pan rallado. Ten en cuenta que es importante batir los huevos durante un par de minutos y sazonarlos con un poco de sal y pimienta; este es otro de los tips para unas croquetas deliciosas y crujientes. Además, no debes exagerar en las capas de rebozado, ni hacer el proceso más de 2 veces. De lo contrario tus croquetas quedarán tan secas como una piedra.
Un error muy frecuente es que luego de rebozar las croquetas muchas personas pasan directamente a freírlas. Pues te comento que un secreto de las abuelas es rebozar todas las croquetas y dejarlas reposar unos 30 minutos. Con ello se consigue que el pan rallado absorba la humedad y queden por fuera crujientes y doraditas, a la vez que gustosas y suaves por dentro.
Otras sugerencias para unas croquetas perfectas
Otro paso crucial es la fritanga. No es nada acertado freír las croquetas en poco aceite o en una sartén para darles vuelta. Nada de eso, para que el rebozado de tus croquetas quede perfecto debes utilizar una cazuela honda, de tamaño mediano y llenarla del aceite necesario para sumergir completamente las croquetas. El aceite debe estar bien caliente como en 175°C sino tienes termómetros observa que al introducir la primera croqueta salgan abundantes burbujas.
Evita que el aceite humee pues se vuelve dañino para la salud. Puedes usar aceite de girasol, maíz o mejor de oliva virgen extra.
No frías demasiadas croquetas a la vez; cuando estén doraditas retíralas y colócalas sobre un colador unos minutos, luego sobre papel absorbente. El resultado será unas croquetas con rebozado perfecto.