Está claro que todos somos consumidores no importa nuestra edad, ocupación, poder adquisitivo, etc. Todos desde el inicio de nuestra vida consumimos. Pero hay una diferencia entre ser un consumidor cualquiera y ser un consumidor inteligente y responsable. Hay que tener en cuenta que este último es el que tiene la capacidad de tomar decisiones grandes o pequeñas sobre sus gastos.
Obviamente no todos son consumidores responsables, de hecho, este Ãndice del consumidor inteligente, nos ofrece información crucial sobre este tema. Aquí se analizaron 25 países, y se logró determinar cuál era el país con más consumidor inteligente, por lo que te recomendamos darle un vistazo y aprender más sobre el tema. Dicho esto, vamos a darte varios consejos para que puedas ser un consumidor inteligente.
¿Cómo ser un consumidor inteligente?
Justo como mencionamos, no todos los consumidores saben medir sus gastos, es decir, no son consumidores responsables. Por lo que vamos a darte un par de consejos para que tu puedas empezar a serlo:
Infórmate y saca provecho al internet
Esto es lo que toda persona que busque ser un consumidor más inteligente tiene que hacer. Por lo que te recomendamos leer sobre sustentabilidad, escuchar programas de radio o podcast, mirar documentales y buscar recursos educativos.
Aquí también se incluye informarte sobre las nuevas formas de pago online que utilizarás para comprar tus artículos entre los distintos mercados digitales. Recuerda que cada día hay más plataformas con objetivos de comercio más justos o que buscan acercarse a los productos directamente.
Distingue entre necesidad y deseo
Las necesidades básicas son techo, alimento, ropa, etc. y luego están los deseos que son cosas sin las que podríamos vivir, es decir, no son de necesidad. Esto no quiere decir que esté mal darnos ciertos gustos, pero el problema se presenta cuando estos pasan a ser prioridad. De hecho, puede llevar a desatender las necesidades reales y comenzar a darte solo lujos y que termines en deudas, limitando tus ingresos futuros.
Debes tener en cuenta que los “deseos” deben cubrirse sólo con el dinero que ya trabajaste y con el remanente luego de haber gastado en las necesidades, el ahorro y la inversión.
No hagas compras emocionalmente alterado
Sentirnos deprimidos, estresados e incluso contentos puede llevarnos a realizar compras compulsivas, es decir, opacar la capacidad de tomar buenas decisiones financieras. Por lo que nunca está demás desarrollar la inteligencia emocional, ya que esto siempre trae buenos dividendos financieros, debido a que la mente está en calma e informada.
Cuidado con los recortes de presupuesto
En los tiempos difíciles se suelen hacer recortes, pero hay algunos gastos que no deberían reducirse a menos que sea completamente necesario. En este caso hablamos de aquellos relacionados con tu acceso a la tecnología, información, salud, inversión y educación. Ten en cuenta que estos solo representan un pequeño ahorro a corto plazo, pero a largo plazo puede ser todo lo contrario.
Haz compras sustentables y solidarias
Un consumidor inteligente, debe hacer que su consumo sea lo más amable con la naturaleza posible, es decir, preferir productos artesanales, de empresas socialmente responsables. Evita productos de “usar y tirar”, y compra el contenido no el envase. Actualmente hay mucha información sobre este tema, por lo que no tendrás problema.
Considera la inflación
Por último, pero no menos importante un consumidor inteligente debe tener en cuenta la inflación, siendo esta el alza generalizada de los precios. Entonces cuando escuchas en las noticias que la inflación en este año será del 4% quiere decir que algo que te costaba 1000€, al final del mismo te costará 1040€. Obviamente no debes olvidar que este es un cálculo promedio, pero aun así te puede ser de mucha ayuda.