En cualquier negocio moderno es de sobras conocido que mantener a los clientes actuales e incentivarlos a consumir cada vez más es mucho más fácil y barato que emprender una búsqueda de clientes nuevos. En ese contexto, soluciones como las de un software CRM son vitales.
Gestionar la relación con los clientes. No solo es la traducción literal de Customer Relationship Management, abreviado como CRM, sino que es la finalidad misma de todas las soluciones de software existentes actualmente para ayudar en esa función tan esencial dentro de campos como el marketing y las ventas -no obligatoriamente digitales-. Por la complejidad y relevancia de las funciones que integran esas soluciones, resultan ser la herramienta perfecta para mejorar la rentabilidad de cualquier negocio.
¿Qué es un software CRM?
La gestión de la relación con los clientes es la base de una experiencia de usuario satisfactoria y también la base para la creación o el desarrollo de mejores productos y servicios. Por esa razón un software de este tipo está asociado a indicadores estadísticos sólidos de mejoras en la productividad y la facturación.
El CRM integra dentro de una misma solución de software todas aquellas metodologías o funciones que permitan una comunicación más cercana con los clientes, un conocimiento pleno de sus hábitos de consumo, poder adquisitivo o intereses; así como también permite que dicha información esté siempre disponible y en un formato cómodo para todos los departamentos que tengan incidencia en las ventas de la empresa.
¿Por qué es la herramienta indicada para mejorar la rentabilidad?
- Rentabilidad y productividad: primero que nada, y sumado a lo que se decía al inicio, resulta siempre más rentable optimizar la relación con los clientes actuales e incrementar sus hábitos de consumo a través de una experiencia de usuario más acertada -lo que permite un software CRM- que conseguir clientes nuevos cada vez. Del mismo modo debe resaltarse el hecho de que al ser herramientas digitales disponibles para todos los departamentos, evitan incongruencias, errores o despilfarro de recursos en las ventas y el marketing, lo que se traduce en una mayor productividad.
- Una base de datos de clientes mejor segmentada: la segmentación es la madre del éxito de todas las campañas de marketing -sin importar el formato o el método utilizado para estas-. Segmentar una base de datos de clientes significa filtrar por datos demográficos, por poder adquisitivo, por intereses, por hábitos de consumo y un sinfín de variables más -a menudo propias de cada empresa-. Tal segmentación, que es en parte la razón de ser del CRM, permite que las campañas y los esfuerzos de comunicación y marketing siempre vayan dirigidos a los usuarios o clientes correctos, mejorando las tasas de respuesta y la facturación, lógicamente.
- Cercanía con los consumidores, siempre: aunque un profesional autónomo pueda llevar la relación con sus clientes de una forma efectiva por no tener gran volumen de los mismos; para una gran empresa o una corporación donde el volumen de contactos se cuenta por cientos o miles, mantener una relación cercana, eficaz y efectiva es mucho más complejo. Un software CRM mantiene en una misma interfaz toda la información relacionada con las comunicaciones, compras anteriores, documentos enviados y recibidos por parte de cada consumidor, y de esa manera siempre -sin importar qué persona esté a cargo de las ventas o el marketing- la información estará accesible para su análisis y para la toma de decisiones que mejoren los indicadores de venta de cualquier negocio, en una gestión comercial que resulta mucho más sencilla que el hecho de no tenerla con un software de este tipo, lo que perjudicaría en efectividad y en tiempo dedicado.
Ventas que resulten más baratas de conseguir. Facturaciones que sean más elevadas sin que se deba reinventar la rueda. Las bondades de un software CRM son evidentes y si se buscan funciones específicas o adaptaciones para cada empresa y su sector, los resultados pueden ser incluso superiores a lo que cualquiera esperaría.