Las lesiones cerebrales traumáticas (TBI por sus siglas en inglés) son heridas súbitas o repentinas causadas por algún golpe o impacto violento en la cabeza, que interrumpe el funcionamiento normal del cerebro.
Estas lesiones varían desde leves hasta graves, y muchas veces pueden terminar en consecuencias devastadoras como generar una discapacidad a largo plazo, o en algunos casos, provocar la muerte.
Existen diferentes tipos de lesiones cerebrales traumáticas, derivadas generalmente de accidentes de tránsito, accidentes laborales, agresiones físicas o actividades deportivas extremas. Aquí conoceremos algunas de ellas, comenzando por las más leves, pasando por las moderadas y llegando hasta las de mayor gravedad.
- Conmoción cerebral (leve)
Sin duda es la más leve de las lesiones cerebrales y se produce por un golpe que no llega a tener la violencia necesaria para generar un daño mayor.
En general, los síntomas van desde mareos, a dolores de cabeza intensos. Aunque con un ligero tratamiento pueden solucionarse en el corto plazo.
- Contusión cerebral (moderada)
Las contusiones son lesiones que implican una breve pérdida de la función cerebral normal, cuando un golpe provoca que la cabeza se mueva violentamente hacia adelante y hacia atrás.
Puede acarrear problemas de concentración, de memoria, pérdida del equilibrio y del sueño. Aunque con un minucioso tratamiento médico pueden sobrellevarse para recuperar un mejor nivel de vida.
- Hematoma intracraneal (moderada/grave)
Se produce cuando se acumula sangre dentro del cráneo a raíz de la ruptura de un vaso sanguíneo. La sangre que se acumula en el tejido cerebral ejerce presión en el cerebro y puede causar un daño permanente.
Entre los síntomas más comunes están la pérdida de memoria, náuseas constantes y dolores de cabeza severos. También puede generar pérdida del conocimiento.
- Fractura de cráneo (moderada/grave)
Los golpes o choques muy violentos en la cabeza pueden generar la ruptura del hueso craneal y dañar el cerebro considerablemente.
Entre los síntomas se puede percibir un dolor agudo, pérdida de líquido por la nariz y hematomas en toda la zona del rostro. Una lesión de este tipo puede cambiar profundamente el nivel de vida de una persona, al punto de modificar su capacidad para pensar, su coordinación y reflejos.
- Edema cerebral (grave)
El edema cerebral se refiere a la acumulación de líquido en los espacios intra o extracelulares del cerebro. Más sencillamente, es una inflamación grave del cerebro que genera un considerable aumento de la presión, causando daños severos.
Es una complicación patológica potencialmente fatal en el marco de las lesiones neurológicas, y puede generar dolor intenso, vómitos, cambios en la conciencia y un estado de confusión.
Se puede tratar con cirugía y tratamientos intensivos.
- Lesión penetrante (muy grave)
Tal como lo expresa la palabra, ocurre cuando algún objeto atraviesa el cráneo y daña directamente el cerebro. Esto trae un daño severo inmediato, con pérdida de las funciones cognitivas, motoras y un riesgo muy elevado de muerte.
Según el National Library of Medicine de los Estados Unidos, el traumatismo craneoencefálico penetrante (PTBI) representa entre el 0,4 y el 1,5 % de todos los casos, pero causa la tasa más alta de mortalidad entre los pacientes (hasta el 42 %).
Tal como dieron a conocer los informes, se registraron 2,5 millones de visitas a salas de emergencia en los EE. UU. debido a estas lesiones, siendo las más comunes las heridas por armas de fuego.
En conclusión, una lesión en la cabeza puede alterar el funcionamiento mental y físico de la persona, generando varios y serios problemas para sobrellevar su vida normalmente.Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en 2020 hubo aproximadamente 214.110 hospitalizaciones relacionadas con TBI en los Estados Unidos. En 2021, hubo 59.473 muertes relacionadas con este tipo de lesiones.