Un circuito cerrado de televisión (CCTV) es una serie de equipos interconectados para la transmisión de imágenes que solo pueden ser vistas por un grupo de personas. La finalidad de los CCTV es registrar cualquier tipo de incidente o hecho delictivo con el objetivo de poder tomar acciones al respecto en el acto o tener pruebas ante una acusación.
Los sistemas de circuitos cerrados pueden adaptarse de acuerdo con las necesidades de cada empresa (tipo de negocio, ubicación, tamaño del establecimiento, entre otros). Por esta razón, las empresas de seguridad no solo ofrecen a sus clientes todo lo que necesita una instalación de CCTV. Además, estos equipos de profesionales cuentan con servicios de asesoría personalizada para garantizar una protección integral de los espacios de la empresa.
¿Cómo funciona un sistema de CCTV?
Para poner en marcha un sistema de CCTV es necesario contar con cámaras, cables y un par de monitores para visualizar las imágenes. Sin embargo, el circuito cerrado opera de acuerdo con las necesidades de la empresa, por lo que el sistema puede ser analógico o digital.
Las cámaras se encargan de captar las imágenes y las envían a los monitores, a través de cables o vía inalámbrica. Dependiendo del sistema de CCTV, el contenido captado por las cámaras puede ser grabado y almacenado, o simplemente, puede visualizarse en vivo.
En este sentido, al momento de instalar un sistema de CCTV para empresas, es fundamental contar con la asesoría de expertos en materia de sistemas de cámaras de seguridad.
Ventajas de un CCTV para las empresas
En los últimos años, los sistemas de CCTV se han popularizado increíblemente en todo el país, por lo que en la actualidad existen más de 900.000 cámaras de seguridad instaladas. De hecho, se estima que por cada 52 habitantes hay 1 cámara de vigilancia.
Para comprender la creciente demanda de sistemas de CCTV para empresas, a continuación se destacan algunas de sus principales ventajas.
Aumentan la seguridad de la empresa
Una de las principales ventajas de los sistemas de CCTV es su capacidad para elevar la seguridad de las empresas y mejorar la imagen de los negocios. Cuando una persona ve una cámara de vigilancia, automáticamente se siente resguardada, especialmente, en negocios como las joyerías.
Unido a ello, las cámaras de vigilancia pueden servir como un elemento disuasivo para los delincuentes. Al notar la existencia de una cámara de seguridad, es muy probable que una persona se lo piense dos veces antes de cometer un delito.
A su vez, los sistemas de circuito cerrado permiten al personal de seguridad estar atentos a cualquier acontecimiento que ocurra, dentro o fuera de las instalaciones, de la empresa.
Reducen los gastos
Otra de las principales ventajas de instalar un CCTV es la posibilidad de reducir gastos y ahorrar un importante porcentaje de dinero. Estos sistemas de seguridad no solo ayudan a evitar hurtos o robos, sino que además, permiten optimizar el trabajo del departamento de seguridad.
Asimismo, la presencia de las cámaras de seguridad puede optimizar la productividad de los trabajadores. Al sentirse observados, los empleados tienden a trabajar de forma más eficiente, mejorando la productividad de la empresa.
Facilita el control de la empresa en horario 24/7
Gracias a la tecnología, los sistemas de CCTV pueden conectarse a redes de información para transmitir las imágenes en vivo y en alta definición. A su vez, estos equipos cuentan con sistemas de respuesta automatizada, como llamadas a la policía, lo que facilita la monitorización de la compañía durante las 24 horas del día.
Sin duda, los sistemas de CCTV para empresas ofrecen múltiples beneficios que rentabilizan totalmente la inversión que supone la instalación de las cámaras. A través de estos avanzados equipos, es posible garantizar la seguridad en las instalaciones, aumentar la productividad del trabajo y disminuir los gastos de la empresa hasta en un 30%.