Pocos dicen no al pollo o cerdo frito, pero qué lío causa en nuestro cuerpo el elevado consumo de grasa animal. Este daño ocurre muchas veces por una elección o preparación inadecuada de las proteínas, una ingesta exagerada de las mismas y falta de conocimiento apropiado y oportuno de qué tipos de grasas son más beneficiosas para nosotros. Sigue leyendo y está al tanto de las diferencias entre grasa animal y grasa vegetal.
En el caso de las grasas animales, la mayoría son grasas saturadas y elevan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cerebrales. Sin embargo, las sardinas, atún y arenques son alimentos de origen animal que aportan grasas beneficiosas a nuestro organismo; en estos casos se requiere cuidar la preparación de estos alimentos para obtener todos sus beneficios. Las grasas animales más conocidas y consumidas son mantequilla, la grasa que contienen embutidos, jamones, chorizos y otros.
En cuanto a las grasas vegetales, estas son monoinsaturadas y poliinsaturadas y muy saludables, son más digestivas, energéticas y beneficiosas. Entre los alimentos que contienen grasas vegetales se encuentran el aceite de canola, las semillas de girasol, las nueces, el coco, entre otros. A continuación te dejamos una guía para que aprecies las diferencias que existen entre grasa animal y grasa vegetal.
Algunas Diferencias entre grasa animal y vegetal
- Las grasas saturadas elevan el nivel de colesterol malo o LDL en nuestro torrente sanguíneo. ¿Qué hacer entonces? limitar el consumo de estas y cuidar la preparación de la proteína animal para aprovechar al máximo sus beneficios.
- Las grasas poliinsaturadas, específicamente las Omega 3, son vitales para el desarrollo y crecimiento de los niños, fundamentales e imprescindibles para nuestros cerebros. Por otro lado, las grasas monoinsaturadas pueden reducir el riesgo de las enfermedades del corazón.
- Entre las grasas saturadas más consumidas están las pieles de animales como el cerdo, el pollo, los embutidos, mantequillas, entre otros. Este tipo de alimentación daña a mediano y largo plazo nuestro corazón y cerebro. Una dieta equilibrada se fundamente en la no prohibición de los alimentos, sin embargo, se requiere una regulación en la ingesta de este tipo de comidas y el cuidado en su preparación, a fin de evitar consecuencias nefastas en nuestro organismo.
- Por otro lado, el consumo equilibrado de grasa vegetal como el aceite de oliva o de canola es una excelente alternativa para cuidar nuestra salud; su ingesta es beneficiosa para nuestro cuerpo y para proteger nuestro corazón.
- El consumo excesivo de grasa animal tapa nuestras venas y arterias, provocando un aumento en los niveles de colesterol y triglicéridos; además hace que la sangre aumente su volumen y espesura, aumentando los riesgos de coágulos y trombos en el torrente sanguíneo.
- Las grasas vegetales aportan grandes beneficios a nuestra salud; por lo tanto la porción de alimentos vegetales en cada comida diaria debe ser mayor a la porción de grasa animal. Aquí entra también el sentido común, pues de nada sirve que la ingesta de vegetales sea mayor si los mismos son preparados de una forma inadecuada, como fritos o agregando en su preparación mucha grasa, sal o condimentos.
Otras consideraciones apropiadas para nuestra salud
Se requiere señalar que ningún alimento en sí mismo es dañino, la clave está en ser equilibrados. Debemos ingerir a diario las grasas animales y vegetales necesarias para un buen funcionamiento de nuestro cuerpo, prefiriendo una porción mucho mayor de grasas vegetales a la grasa animal, cuidando el tamaño de dichas porciones y la forma de preparar los alimentos. Si pensamos un poco antes de cocinar y comer, seguramente obtendremos los mejores beneficios de ambas grasas.