Mantener el césped en óptimas condiciones es muy costoso, además de que no puedes disfrutar de él durante todo el año por los cambios de temporada, ni colocarlo en cualquier lugar. Como un sustituto excelente, está el césped artificial, con el que podrás ocupar los espacios que quieras y en cualquier momento del año.
Gran cantidad de hogares, negocios, parques públicos e instalaciones deportivas han optado por utilizar el césped artificial en lugar de uno real. Es una opción paisajística que se ve muy bien, aparte de que no requiere demasiados recursos para instalarlo ni cuidados para mantenerlo. Así, no solo consigues un buen resultado a nivel estético, sino también algo perfectamente funcional.
El césped sintético se utiliza mucho ahora porque es fácil de instalar en casi cualquier superficie, algo que lo vuelve apto para muchas circunstancias. Además, es perfectamente capaz de aguantar el impacto de los factores ambientales sin sufrir daños, por lo que es una inversión que podrías considerar como una pequeña inversión, en lugar de tener que sustituirlo periódicamente.
Sin embargo, el mayor motivo por el cual se está implementando tanto es porque se parece cada vez más al natural, aunque sin las desventajas que éste implica. La textura es ahora muy agradable y mucho más segura que hace unos años. Así es cómo se ha ido colocando poco a poco en el radar de la gente hasta ser la primera opción en algunos casos.
Queda muy bien tanto, en interiores y exteriores, y la facilidad de su instalación y bajo coste hace que el césped sintético sea asequible para todos. De esta manera, se usa tanto por motivos decorativos en hogares, como para algo más funcional, como es el caso de los campos de fútbol, sin sacrificar nada a cambio.
Tipos de césped artificial según su altura
Los césped de fibra alta (de 40 a 60 mm), son los más recomendables para los espacios en los que vaya a haber niños porque es muy suave, parecido al césped natural. Son modelos frondosos, pero no tienen mucha memoria, así que no se va a deformar con facilidad bajo el peso de las pisadas.
Los modelos de fibra de entre 30 y 60 mm son los más versátiles, y la mejor alternativa, entre la calidad y el precio. En general, éstos son los que tienen la mejor recuperación de la forma ante la presión de la pisada, así que son perfectos para decorar los espacios exteriores.
Los últimos son los que tienen una fibra de 20 a 30 mm, que son los recomendados para las zonas en las que hay mucho tránsito de peatones porque no se deforman en lo más mínimo, incluso, con el uso intenso. Se utiliza este tipo, sobre todo, para los espacios públicos como centros comerciales y terrazas. Incluso hay algunos de 4 o 5 mm, aunque no son tan habituales.
Cuál elegir según las funciones
Unos modelos de césped sintético son más aptos que otros para diferentes escenarios, y aunque todos podrían funcionar en cualquiera de los casos con un rendimiento medio, la idea es encontrar uno que responda exactamente a tus necesidades. Para ello te debes guiar por el lugar dónde lo vayas a instalar, el uso que le vayas a dar y el presupuesto que tengas pensado.
Sin duda, lo primero que tienes que tener en cuenta es el sitio, porque las características del césped pueden convertirlo o no, en el más apropiado para ese lugar. Si vas a colocarlo en el exterior, es imprescindible que tenga un sistema de drenaje para que el agua se filtre y así evitar que quede agua estancada. Mientras que si tienes mascotas, necesitas un césped con esta tecnología de drenaje y una para limpiar las bacterias.
Todos los tipos vienen en rollos y en losetas. La primera presentación es perfecta si vas a cubrir una gran superficie porque es más fácil instalar el césped cuantas menos uniones tenga, pero esto se vuelve engorroso si se quiere manejar una superficie pequeña. Todas las tecnologías son aplicables en cualquiera de los dos modos.