Esta materia se extrae de la acacia, una planta natural, que tiene en su resina un componente que mejora las condiciones del vino.
Los expertos enólogos están en constante un estudio y análisis sobre las características que deben definir a un buen vino. Desde luego, que la calidad de la uva sea excelente como materia prima, tendrá como resultado un vino de prestigio. Sin embargo, existen otros parámetros como el sabor, el color, la transparencia y el cuerpo que, junto al aroma, complementan a este producto tan apreciado a nivel internacional por tantos millones de personas.
Por todo ello, los laboratorios han participado como agentes activos en esta búsqueda de la excelencia total de los vinos de uva. Su función es la de hallar aquellos productos, compuestos o ingredientes que, sin alterar la calidad del vino original, ofrezcan aún más características para potenciar sus virtudes.
En esa tarea constante de aplicar compuestos naturales que etiqueten a los vinos como los mejores exponentes de su categoría, se encuentra la goma arábiga, un compuesto natural a base de resina de acacia que evita el depósito y la precipitación de materia colorante en los vinos tintos. Por tanto, mantiene un tono vigoroso, aclarando el vino final y permitiendo a los crianzas, presentar una mejor estabilidad una vez se embotella.
En cualquier caso, la goma arábiga, lo que permite es presentar físicamente un vino más atractivo, impedir una coloración indebida y dar consistencia en botella.
¿Qué es, exactamente, la goma arábiga?
Llegados aquí, es preciso señalar en qué consiste la goma arábiga y, también, conocer de dónde procede y cómo se extrae. En cuanto a su definición, este compuesto es un polisacárido de origen natural que está enriquecido con galactosa y arabinosa, dos elementos que derivan de la resina de algunos tipos de acacias. Así pues, las acacias son unas plantas arbóreas que crecen en el continente africano y en algunas zonas de Oriente Medio. Para ser más exactos, la goma arábiga se extrae, concretamente, de la resina de este exótico árbol.
Razones, todas, para pensar que el sector del vino es un mercado complejo que analiza, estudia y proporciona a sus productos, las mejores aplicaciones para conseguir resultados atractivos de cara al enorme público del que goza la viticultura.
Las utilidades esenciales de la goma arábiga
Obviamente, la industria alimentaria posee otras utilidades para la goma arábiga. Sin embargo, de las más extendidas, es la que hace la industria del vino.
Dicho esto, cabe destacar que el componente derivado de la resina de acacias africanas y de Oriente Medio, se emplea para dar espesor, así como para estabilizar y aclarar de manera natural, tanto el vino como otros licores y bebidas alcohólicas.
Aunque, no es la única utilidad, pues la goma arábiga es un polisacárido natural y también tiene otras funciones dentro de la industria alimentaria, ya que productos de gran consumo, como son los helados, los yogures y los caramelos, llevan dosis de este componente derivado de las acacias.
Su aplicación deben hacerla los expertos
Cómo cualquier producto que se aplica en los alimentos y las bebidas, pasan estrictos controles de calidad médicos e higiénico sanitarios. Al mismo tiempo, en las industrias o bodegas, como es el caso, cuando llega la hora de manipular la goma arábiga, cabe la certeza de que el personal que lo hace cuenta con la máxima experiencia, conoce a la perfección las dosis a aplicar, así como la cantidad y los efectos que provoca. No obstante, después el vino final tendrá que pasar por una serie de controles que volverán a datar la optimización de su consumo.
En cualquier caso, la seguridad es absoluta. Tanto los fabricantes que extraen la goma arábiga, como los aplicadores en las bodegas y barricas de vino, están formados sobre las distintas formas de hacerlo con todas las garantías. Por todo ello, no deben existir riesgos y el producto cumplirá con su función perfectamente, con todo lo positivo que ello conlleva.