El vestido es un elemento primordial para completar los detalles de una boda.
Uno de los momentos más importantes en la vida de alguien es el día en que se casa. La boda es un evento que requiere de gran preparación, que incluye el acondicionamiento del lugar, la selección de los invitados y la vestimenta adecuada. Entre estos elementos a preparar, destaca sobre todos los demás el vestido de la novia, la protagonista del día, y los de sus damas de honor, sus fieles acompañantes.
El vestido de novia
Elegir el apropiado es una tarea que suele requerir de una inversión bastante grande en tiempo y energía, debido la inmensa variedad de opciones disponibles. Pero también es posible facilitar un poco la tarea al tener en cuenta algunos de criterios que puede usar cualquier mujer.
Lo primero es aceptar que es un vestido de novia, y no un disfraz lo que vas a tener puesto ese día. Esto quiere decir que el vestido lo vas a llevar tú, y no otra persona, y por tanto debe ajustarse a tu personalidad a pesar de las tendencias del momento.
Para una novia más clásica, los vestidos tradicionales son una excelente opción. Son sencillos, elegantes y nunca pasan de moda. Suelen tener un pequeño escote en uve e ir acompañados de un velo blanco con decoraciones con perlas o pequeños diamantes. En cambio, las mujeres con un perfil más romántico tienden a preferir vestidos de tul o seda con bordados florales.
Por otro lado, unos estilos de vestidos de novias más llamativos son los tipo boho y los vintage. Los primeros son unos hechos con telas muy ligeras, vaporosas, que le dan un toque informal o hippie a la prenda, lo que los hace ideales para matrimonios en la playa o al aire libre. Los vintage son para las mujeres aficionadas a la época victoriana y sus vestidos muy elaborados, llamativos y repletos de encaje.
Las novias que optan por algo moderno le dan un toque vanguardista al look. Apuestan por cortes asimétricos, vestidos cortos, grandes escotes y aperturas, e incluso colores que no son el tradicional blanco.
Lo siguiente es escoger un corte apto para la forma de tu cuerpo. Hay unos que de adaptan y resaltan mejor los atributos de cada mujer, dependiendo de la forma. La idea escoger uno que se ajuste a las zonas más finas y que esté ligeramente suelto en las partes más gruesas.
Para las damas de honor
Escoger los vestidos de las damas de honor es también una tarea de la novia en caso de que ellas no se puedan poner de acuerdo. En algunos casos, la directriz es un color y el largo, pero muchas veces es más fácil fijar el modelo a utilizar de referencia.
Al igual que en el caso del vestido de novia, los vestidos dama de de honor deben tener en cuenta el ambiente en el que se va a desarrollar el evento. Con esto en mente, se puede escoger el tipo y el color del vestido con más precisión.
Por otro lado, los vestidos dama de honor deben acompañar al de la novia, pero esto no implica que sean de los mismos colores todos. Es más, puedes escoger una gama de colores y largos para que las damas tengan libertad de elección. Sin embargo, lo mejor es evitar los escotes demasiado pronunciados o con minifalda, a pesar de que se estila que sean un poco más cortos que el de la novia, pero siempre por debajo de las rodillas.
Las telas suelen ser más ligeras en los vestidos de las damas de honor que en el de la novia. El chiffon de seda se suele usar mucho para las bodas de día y al aire libre. El tul y el encaje son usadas para las bodas más formales y elegantes, usualmente de noche. Las telas con brillo y accesorios hacen que resulten en las fotos, algo que resulta en un detalle que se aprecia en el futuro.