Los jardines verticales son cada vez más populares tanto en entornos comerciales como residenciales. Los jardines verticales artificiales, por ejemplo, son un enfoque sencillo para mejorar la belleza de los espacios interiores y exteriores, al tiempo que proporcionan a las personas una sensación constante de estar en la naturaleza. Por ese motivo, en el siguiente apartado conocerás las ventajas que proporcionan los jardines verticales artificiales.
Jardín vertical artificial, ¿Qué es?
Un jardín vertical artificial no requiere mantenimiento, no requiere de instalaciones de riego y desagüe y ocupa menos espacio a la vez que mejora la estética. Este modelo de jardín se construye con paneles interconectados que sostienen plantas artificiales en vertical. Cabe mencionar que los jardines verticales artificiales de baja calidad pueden parecer demasiado resplandecientes y muy plásticos, mientras que los de mayor calidad son realistas, de excelente duración y no requieren mucho mantenimiento.
Además, ofrecen varias ventajas respecto a los naturales. Patios traseros, balcones, decoración de tiendas, oficinas y salas de recepción son ejemplos de proyectos residenciales y comerciales en los que pueden emplearse.
¿Cuáles son las ventajas de construir jardines verticales artificiales?
En la actualidad, los jardines verticales son cada vez más populares, sobre todo en entornos residenciales y comerciales. En particular, son un enfoque sencillo y eficaz para mejorar el aspecto y la calidad de los espacios interiores y exteriores. Un jardín vertical de alta calidad es un elemento destacado que puede ayudar a los usuarios a tener una experiencia favorable con la zona. Estos son algunas de sus ventajas:
Sin alergias
Algunos pueden acusar a estas plantas de ser artificiales. No pueden respirar ni dióxido de carbono ni oxígeno. No pueden filtrar el aire de su interior. ¿Cuál es el beneficio? Es cierto que las paredes artificiales de los jardines verticales no liberan nada, pero garantizan que los perros y los alérgicos estén libres de polen.
Aumento de la eficiencia
La productividad ha aumentado como resultado de la buena influencia que tienen las plantas verdes en el bienestar. Las plantas en la oficina pueden aumentar realmente la motivación. Los empleados también se sentirán más seguros, felices y comprometidos.
Se reducen los gastos de mantenimiento
El mantenimiento de las plantas puede llevar mucho tiempo, sobre todo si se opta por empezar desde cero. Parece que una flor tarda mucho en florecer. Primero hay que regar, regular la temperatura y eliminar las plagas, entre otras cosas. Con el cambio de estación, es posible que tengas que limpiar las hojas caídas todos los días.
Hay que dedicarse al jardín para apreciar la belleza que le rodea. Los jardines verticales artificiales, en cambio, no te harán esperar mucho tiempo. Es muy fácil de construir, y en cualquier momento tendrás un exuberante muro de jardín con plantas y flores en flor.
Reducción del ruido
El jardín vertical artificial puede utilizarse para crear un ambiente privado actuando como pantalla. Según las estadísticas, las hojas de plástico artificiales pueden minimizar el ruido ambiental en un lugar, lo que resulta especialmente eficaz en la oficina. Es decir, puede reducir en cierta medida los niveles de ruido y proporcionarle tranquilidad.
Crear un entorno más tranquilo
Los entornos verdes fomentan la relajación y la reducción del estrés, lo que influye favorablemente en todo, desde la presión arterial hasta la tensión muscular. Una docena de estudios han descubierto que el mero hecho de mirar cosas verdes es beneficioso para los ojos. La vegetación artificial tiene el mismo efecto calmante que el follaje auténtico. Un exuberante muro de jardín vertical artificial también puede ser beneficioso para su salud mental.
La gente quiere estar en su presencia
Según las investigaciones, las personas que se encuentran con un jardín vertical prefieren pasar más tiempo a su alrededor. Los clientes que vuelven al mismo negocio gracias a un elemento de jardín vertical, los trabajadores que consideran que el entorno de la oficina es una de las razones para quedarse, o los residentes de un complejo residencial que son menos propensos a trasladarse son ejemplos de ello.