¿Qué es un divorcio notarial?
Tal como se indica en https://www.divorcionotarialmadrid.es/, esta clase de divorcio es la manera más rápida para llevar a cabo todo este proceso, de una forma amistosa entre las partes sin que se deba ir a los juzgados, siempre y cuando no existan hijos menores de edad entre la pareja o incapacitados.
Existen varios requisitos para proceder al divorcio notarial. El primero de ellos es que la pareja debe haber estado casada mínimo tres meses, en caso contrario, les tocaría esperar a ambos hasta que se cumpla este período.
Además, el divorcio debe ser de mutuo acuerdo, siendo este un proceso que no está orientado a divorcios contenciosos donde se termina yendo a los juzgados.
Por otra parte, si la esposa se encuentra embarazada, no se puede llevar a cabo este divorcio. Si entre la pareja hay niños menores de edad, el notario no podrá proceder con el divorcio, pero si estos tienen mayoría de edad y son independientes financieramente, es posible seguir con el trámite.
También se puede proceder si los hijos son mayores de edad pero dependientes, mientras se firme el documento de divorcio.
¿Cuáles son sus ventajas?
La principal ventaja de esta clase de divorcios es la rapidez con la que se lleva a cabo. Con un bufete de abogados como JR Abogados, líderes en Madrid, en un período de 24h a 48h la pareja ya estará divorciada.
Por otra parte, no se necesita de la presentación de demandas ante el juzgado para realizarlo. Son divorcios que tienen la característica de ser rápidos, ágiles, discretos, confidenciales y tiene un menos impacto psicológico y emocional en la pareja a diferencia de los divorcios judiciales.
Para ellos tampoco necesitarás de un procurador. Además, la firma del divorcio se puede realizar por la tarde, algo que no ocurre en los juzgados. También se puede elegir el notario, dependiendo del que corresponda por territorio y establecer la fecha para firmar el divorcio.
¿Qué sucede tras el divorcio notarial?
Una vez firmado el divorcio, se elimina el vínculo de matrimonio entre la pareja, por lo que pueden volver a contraer matrimonio con otra persona. Es decir, se termina la obligación de la convivencia entre las dos personas.
¿Por qué son necesarios los abogados?
La tramitación de un divorcio ante un notario no se puede llevar a cabo si no existe la presencia de un abogado.
Y es que de acuerdo con lo establecido por la ley en el artículo 82 del Código Civil y el art 54.2 de la Ley del Notariado, se indica que las partes deben contar con el asesoramiento letrado que esté en ejercicio de sus funciones cuando entreguen la escritura pública.
Los abogados están para asesorar de forma legal a las dos partes, desde que inicia hasta que termina el proceso de divorcio. También se encargan de redactar el convenio regulador del procedimiento, el cual se añade a la escritura pública.
La razón por la que debe estar un letrado es muy obvia. El notario que realiza el divorcio es imparcial, mientras que el abogado está ahí para defender los intereses de la parte a la que representan, de tal forma que en los procedimientos de divorcio, donde los bienes personales son de suma importancia, se precisa de la asesoría legal de profesionales en este sector.
Los divorcios notariales son una excelente manera de terminar amistosamente un matrimonio, además de que resulta más rápido el procedimiento, no hay tanto estrés psicológico o daños emocionales que afecten la calidad de vida de los cónyuges.
Todo ocurre de una manera sencilla donde las dos partes resultan beneficiadas, dando por terminado su matrimonio.