Mantenimiento de puertas
El mantenimiento de puertas se debe hacer cada cierto tiempo para garantizar que no tengan desperfectos. Se trata de un chequeo rutinario en el que posiblemente haya que ajustar algunas piezas o engrasar, aunque también existen situaciones en las que siempre es mejor hacer un mantenimiento para prevenir cualquier inconveniente.
Las empresas de este sector proporcionan un servicio de reparación y mantenimiento de primera clase, para mantener las puertas en buenas condiciones y correcto funcionamiento, asegurando una alta eficiencia y un funcionamiento fiable.
Un caso común es que las puertas eléctricas se hayan humedecido en sitios en los que no deberían. Esto puede suceder por inundaciones, una fuga de agua e incluso una tormenta. A pesar de que todas estas puertas están pensadas para resistir el agua, hay zonas en las que nunca deberían mojarse para no estropear su mecanismo de acción.
Sistemas eléctricos y mecánicos
También puede pasar que la puerta comience a tener fallos, por muy leves que sean. En este sentido, será necesario hacer una revisión y solventar el problema muy pronto porque a medio plazo la puerta puede dañarse. En los sistemas eléctricos, un mal funcionamiento generalmente hace que el motor se esfuerce de más, lo que acorta significativamente su vida útil.
Mientras, el sistema mecánico que tienen todas las puertas para abrir y cerrar también se puede ver comprometido. Una pequeña desviación hace que varíe la distribución de las fuerzas, lo que termina en que algunas piezas se deformen hasta romperse, lo que ocurre más pronto que tarde.
Una puerta corriente lo único que necesita es que se limpie cada cierto tiempo para evitar la acumulación de la suciedad. Además, es necesario colocar un poco de aceite en las bisagras y ver que las cerraduras estén en buen estado. Pero la situación cambia mucho cuando se trata de puertas con mecanismos más complicados como las industriales o comerciales.