Obtener datos meteorológicos en tiempo real. La utilidad de una estacion meteorologica es incuestionable, y además de su utilización industrial, también se ha comenzado a usar en el ámbito doméstico.
Su popularidad, sin embargo, no implica que sean sencillas de elegir. Hay diversas marcas y modelos, pero también muchas funciones y especificaciones que pueden confundir a los compradores inexpertos, que ante la necesidad pueden verse tentados únicamente por los precios bajos.
¿De qué depende la elección de una buena estación meteorológica?
Una estación meteorológica -o climática- es la combinación de aparatos para medir temperatura, humedad, presión atmosférica, precipitaciones, radiación solar y el viento, relación con la dirección y la velocidad.
Los aparatos más sencillos incluyen lo básico, es decir, sensores de temperatura y humedad. Los más complejos, utilizados en industrias y por profesionales, incluyen todos los sensores y pueden expandirse, unificando los datos en centralitas o mediante programas de ordenador.
La conectividad
Actualmente, las estaciones meteorológicas se diferencian por ser analógicas, digitales o inalámbricas.
- Analógicas: no cuentan con una pantalla, y el volcado de datos se realiza mediante conexiones USB. Para ver y analizar los datos, se requiere de un ordenador y de software específico, dependiendo de la marca y modelo del aparato.
- Digitales: cuentan con una pantalla donde se pueden ver los datos en tiempo real. Además, el volcado de datos puede ser mediante USB, para visualización, análisis o registro histórico.
- Inalámbricas: también conocidas como smart o inteligentes. Incluyen pantalla para visualización en tiempo real, pero se diferencian de las anteriores por conectarse vía WiFi o bluetooth con ordenadores y móviles inteligentes (software y apps), desde donde pueden visualizarse los datos.
La cantidad de sensores
La diferencia entre una estación meteorológica doméstica y una profesional está en los sensores. Cuantos más y mejores sensores, el precio de estos aparatos asciende exponencialmente.
Las que son destinadas al uso doméstico, a menudo integran únicamente termómetros e higrómetros, y su utilización es combinada con los termostatos de aires acondicionados o calefacción.
Las de uso profesional, dependiendo de las marcas y modelos, incorporan barómetros, pluviómetros y anemómetros. Algunas industrias, por necesidades especiales, requieren de estaciones climáticas que también miden la radiación solar.
La alimentación de energía
Estos equipos, para poder realizar sus funciones de medición en tiempo real, deben mantener su autonomía.
En orden de precios, encontrarás:
- Estaciones meteorológicas de baterías: las más comunes y más baratas. Utilizan baterías AA o AAA, dependiendo del modelo, y se deben reemplazar cada 3-5 meses, en base a su utilización y potencia.
- De instalación a la red eléctrica: indicadas para industrias e instalaciones domésticas, sobre todo cuando tienen características profesionales o de uso en exteriores. Para la instalación, es posible que se requiera de la presencia de profesionales.
- Alimentadas por energía solar: son las estaciones meteorológicas más utilizadas en la industria náutica, y también en el sector agrícola, aislado de la red eléctrica. Su precio es más elevado, pero su autonomía no tiene comparación con respecto a las anteriores.
La utilización
Antes de elegir o comprar una estación meteorológica debes saber cuál será su utilización.
Una utilización en interiores no requerirá más allá de los sensores básicos, y podrás conseguir soluciones económicas. Entre tanto, una utilización en exteriores o en el área industrial, requerirá de una construcción sólida, a menudo con certificaciones de durabilidad o con garantías directas con el fabricante, asegurando la resistencia del producto a situaciones extremas.
En la conectividad, que es la característica donde más diferencia existe en cuanto a precios, las más avanzadas incorporan comunicación inalámbrica con móviles y ordenadores, pero también pueden interactuar en tiempo real con asistentes como Alexa o Siri, mientras que otros requieren de software específico (proporcionado por el fabricante tras la compra) para poder visualizar o llevar un registro de los datos