El síndrome de Tourette es una enfermedad poco conocida, pero la verdad es que muchas personas en el mundo lo padecen, en su mayoría hombres. Conocer a qué se debe este síndrome y qué efecto genera en las personas que lo padecen nos ayudará a comprenderlos mejor y saber cómo reaccionar ante ello.
¿En qué consiste el síndrome de Tourette?
Este síndrome puede manifestarse desde la corta edad de la infancia y se debe a un trastorno neuropsiquiátrico que incluye espasmos musculares y tics. Estos tics pueden deberse a un desequilibrio químico cerebral que se manifiestan en la cara, cuello, hombros y extremidades.
A veces los tics hacen que las personas realicen manierismos extraños y repetitivos como poner los ojos en blanco, pasarse la mano sobre el cabello o halarlo, tocarse la nariz, entre muchos otros.
También puede incluir tics vocales, esto hace que las personas ladren, chillen, repitan palabras o frases de las otras personas, aspiren, digan blasfemias y profusiones compulsivamente el decir obscenidades; algo también llamado coprolalia.
Esta clase de cosas pueden incomodar y ser muy vergonzoso tanto para las personas que lo padecen como las que las rodean. Estas acciones son involuntarias, por lo que decirle a un niño o persona que deje de hacer lo que hace es inútil; pues ellos quieren dejar de hacer eso más de lo que se puede imaginar.
Cuando el adulto insiste en regañarlo o disciplinarlo por los tics involuntarios solo puede aumentar la tensión en el niño y se agraven los tics. Pero hay varias formas en que la familia y amigos pueden ayudar a que esta enfermedad sea más sobrellevable.
¿Cómo pueden ayudar los padres?
Los padres juegan un papel sumamente importante en el desarrollo de sus vidas productivas; pues al ayudarlos y no reprenderlos ni culparlos por su enfermedad se sienten más amados. Para ello los padres deben ser compresivos y trabajar en equipo para equilibrar la carga; esto ayuda que el niño no se sienta culpable de lo que está pasando.
Aunque es cierto que no es fácil, sobre todo para los padres que pueden sentir vergüenza por los síntomas que manifiesta su hijo en público, debe entender que no se trata de ellos mismos si no de lo que su hijo siente y necesita; esto requiere en ocasiones un cambio en el punto de vista.
También se debe entender que aunque son involuntario las cosas que hace, padecer este síndrome no excluye a tu hijo de la necesidad de recibir educación y disciplina. Puedes enseñar a tu hijo a diferenciar entre el comportamiento aceptable y el inaceptable. Además es importante inculcarle los cimientos morales y guiarlos por una buena dirección.
Enseñar también que toda acción tiene consecuencia, eso le ayudará a pensar antes de actuar impulsivamente. Establecer límites le mostrará con claridad que acciones son propias y cuáles no. Y por último de ser posible, enseñarle a modificar los tics censurables que le ayudará a disimular algunos síntomas; esto a su vez le permitirá interactuar en la sociedad.
Además la disciplina le ayudará adquirir responsabilidad, conocimiento y confianza en sí mismo para que se pueda desenvolverse con autonomía en cualquier entorno social.
Los amigos pueden contribuir
Los amigos pueden ser una buena influencia si se concentran en la persona en vez de la enfermedad; ya que detrás de los movimientos raros y el comportamiento aberrante está una persona deseosa de ser normal como las demás, por lo que necesita comprensión y afecto. De ahí que los amigos pueden ayudarlo mucho a superarse y no caer en depresiones profundas.
Al tener un conocimiento general de lo que conlleva el síndrome de Tourette nos permite saber cómo entender y ayudar a las personas que día a día viven con los síntomas que tanto los atormenta. Si te gustó este artículo puedes hacernos llegar tus comentarios en la parte final de la página.