Actualmente muchas personas sufren ataques cardíacos o infartos de miocardios. Las consecuencias son terribles, ya que muchas personas no sobreviven aún ataque de infarto y otras quedan muy afectadas de salud. En este artículo analizaremos qué es un infarto, sus causas y cómo prevenirlo. La prevención es la clave para sobrevivir aún infarto del corazón.
¿Qué es un infarto?
El infarto daña el corazón ¿cómo? El corazón es un órgano muscular que se encarga de bombear sangre a todo el cuerpo humano. Ahora bien, un infarto de miocardio hace que el corazón deje de recibir sangre; y obviamente a falta de sangre el músculo muere o queda afectado severamente.
Existen varios tipos de cardiopatía; la causa más común es la aterosclerosis, esta enfermedad consiste en la formación de excesos de grasas en las arterias coronarias. Las acumulaciones de grasa aumentada se endurecen y estrechan las arterias; restringiendo así el paso suficiente de sangre hacia al corazón. La aterosclerosis es la enfermedad que causa más infartos a nivel mundial.
Cuando el corazón le falta oxígeno al instante el tejido muere y este tejido no se regenera. Expertos señalan que entre más dure un infarto más daño sufrirá el corazón y mayores serán las probabilidades de muerte; el ritmo cardíaco se vuelve caótico y el corazón empieza a palpitar muy deprisa y sin coordinación.
Este tipo de arritmia se llama fibrilación ventricular, aquí el corazón no bombea la suficiente sangre al cerebro eficazmente. Por eso es de suma importancia la intervención del personal médico para tratar un infarto.
Causantes comunes de un infarto
La probabilidad de sufrir un infarto aumenta con la edad, las personas con más de sesenta y cinco años son más propensos a sufrir un infarto. Las mujeres después de la menopausia son más propensas a sufrir de un infarto esto se debe a que la cantidad de estrógenos disminuye drásticamente. Además cuando existen problemas cardiacos en la familia existen mayores riesgos de sufrir un infarto.
El colesterol sin duda es un factor esencial para la vida; pero el colesterol se vuelve un peligro cuando se concentra demasiado en la sangre. Especialistas han recomendado vigilar la dieta y hacer constante ejercicio.
Así mismo, es recomendable sustituir alimentos llenos de grasa saturada, como la mantequilla, por otros alimentos más sanos como el aceite de oliva. También sustituir las carnes muy grasas por pollo o pavo que contiene menos grasas saturadas.
Hábitos dañinos y prevención
Otra clave es evitar la vida sedentaria. Las personas que pasan la mayor parte del día sin moverse o apenas hacer ejercicio suelen tener más riegos de infarto; ¿por qué? Porque al no tener una rutina de ejercicio el cuerpo se vuelve sedentario.
El ataque cardiaco suele sobrevenir después de una actividad fuerte como trabajar, correr o levantar un objeto. Por eso se recomienda el ejercicio regular para mejorar la capacidad de bombeo al corazón, ayuda a bajar los niveles de colesterol y disminuye la presión sanguínea.
El tabaco también influye en la aparición de infartos; fumar cigarrillos aumenta la presión arterial e introduce en la corriente sanguínea sustancias con alto nivel tóxico como la nicotina y el monóxido de carbono. Es recomendable dejar de fumar para así reducir el riego de sufrir un infarto a temprana edad.
El estrés, es una causante de muchos casos de infarto; cuando la persona está bajo mucho estrés emocional y mental las arterias se comprimen hasta el punto de reducir el flujo sanguíneo. Un estudio realizado mostró que las personas con altos niveles de estrés, ira y hostilidad sufren de presión arterial, aumenta el ritmo cardiaco y estimula al hígado a producir más colesterol que lo normal.
Por eso es recomendable vivir una vida tranquila y en momentos de tensión respirar profundo y pensar las cosas bien, así lograrás salvar tu corazón. Estas breves sugerencias te ayudarán a tener un corazón sano y libre de infartos.