Una de las afecciones más comunes que sufren las personas es el asma. Esto pues ser muy desesperante, sobre todo si no se sabe que lo causa y qué cosas podemos hacer para evitar sufrir un ataque más fuerte. Pero en el siguiente artículo examinaremos maneras prácticas que puedes adoptar para aprender a sobrellevarlo.
¿Qué causa el asma?
Cuando una persona sufre un ataque de asma tiene la sensación que tiene el pecho trancado u oprimido; lucha por respirar pues también viene acompañado con una fuerte tos constante y silbidos pulmonares agudos. Sin duda es algo realmente desesperante. Estos ataques varían su intensidad igual que los síntomas, puede ir de muy grave a bastante leve.
Cuando el aire entra por los pulmones, pasa primero por los bronquios y bronquiolos. Cuando una persona sufre de asma estos conductos son muy sensibles por las reacciones alérgicas; lo que causa que los músculos de las paredes de dichos conductos se contraigan. Además hace que las mucosas que revisten esos conductos se hinchen y las glándulas producen más moco de lo debido.
Todo esto origina que los conductos donde pasa el aire se estrechen demasiado y la persona asmática presente mucha dificultad para respirar.
Diversas cosas pueden causar los ataques de asma, entre las cuales están las reacciones alérgicas, infecciones respiratorias, hasta tensiones emocionales. Igualmente existen varios antígenos o sustancias específicas que puede producir tal sensibilidad en los bronquios.
También es asma puede aparecer cuando ocurren cambios de temperaturas, de humedad o al hacer ejercicio.
Si bien es cierto que los pacientes y médicos pueden identificar varios factores que causan los ataques, cuesta mucho clasificarlos todos y hasta evitarlos. Esto es un trabajo arduo, que lleva tiempo y paciencia pero que bien vale la pena pues te ayudará a controlará mejor los síntomas que te producen tanto sufrimiento.
Maneras de evitar los ataques
Obviamente y en primer lugar, evita por completo fumar y los lugares cerrados que contenga tal humo. Procura informar a tus amigos y familiares que no fumen en tu presencia ya que esto, aunque no produzca un ataque inmediatamente, si lo hará en las horas subsiguientes; produciendo fuertes síntomas en el ataque.
Evita el contacto con el polvo en zonas cerradas o al realizar tareas y actividades que levanten mucho polvo. Procura mantener la habitación con la menor cantidad de polvo posible, limpiándola todos los días superficialmente y semanalmente a fondo.
Es recomendable tener el dormitorio con buena ventilación y por lo mínimo 3 horas antes de dormir cerrar el paso del aire. Además tener colchones, mantas y almohadas que no estén hecho con materiales alérgenos.
No tengas animales en el dormitorio. Si eres alérgico a tu mascota mantenlo fuera de la casa. Es importante tener en cuenta la temperatura; pues el cambio repentino de esto puede provocar ataques de asma; el ambiente ideal es que este un poco húmedo y a temperatura ligeramente caliente.
Evita la calefacción muy fuerte o que reseque el ambiente. Durante los meses de invierno ten un termostato que regule la calefacción de la habitación. Igualmente puedes tener un aparato que controle los niveles de humedad.
Evita también tener tensiones emocionales y mucha fatiga; cualquiera de estas dos puede ponerte vulnerable a sufrir un ataque de asma. Por esto, seguir la recomendación del proverbio «tener un corazón tranquilo es vida del cuerpo», es muy propició en estos casos. Ten en cuenta tus limitaciones físicas para así evitar la fatiga.
Cuando tenemos presente qué es de por sí un ataque de asma, podemos tratar de evitar sus causas tomando medidas prácticas para controlarla. Si te gustó este artículo no dudes en compartirlo y dejarnos tus comentarios al final.