Las patatas a la viuda son una preparación sencilla de elaborar pero de un sabor que nos lleva fácilmente a la infancia. Comida simple, reconfortante, muy digerible y con un sabor único a hogar. Las patatas a la viuda es una receta tradicional de la gastronomía española; este plato también es conocido como patatas a lo pobre porque generalmente es preparado con vegetales, sin adicionar ningún tipo de carne y habitualmente sirve de acompañamiento a las proteínas.
Las patatas son originarias de los Andes Peruanos, pero al llegar a España fueron adoptadas como un ingrediente que se ha ganado el paladar y el corazón de los españoles. Las patatas son un ingrediente muy versátil que casa bien con diversos ingredientes; desde las sabrosas y nutritivas verduras y hortalizas, hasta los deliciosos embutidos e incluso el queso que nunca falta en la gastronomía diaria de los hogares españoles.
Ahora bien, como en estos momentos nos ayuda mucho la creatividad y la improvisación ordenada al momento de cocinar, esta receta de patatas a la viuda nos cae como anillo al dedo tanto a principiantes como a experimentados en la cocina. Así que, sigue el paso a paso de la receta tradicional de patatas a la viuda; e inspírate para elaborar esta preparación con los ingredientes que tengas en tu hogar. Porque todo en la vida cambia y hay que adaptarse rápido.
Receta tradicional de patatas a la viuda
Esta preparación tiene una dificultad de elaboración mínima, un tiempo de preparación y cocción bastante rápido y rinde para unas 8 porciones generosas. Por lo que, si necesitas una mayor cantidad redobla los ingredientes; si por el contrario es mucho para tus comensales disminuye proporcionalmente los ingredientes y adapta la receta a tu requerimiento.
Ingredientes
1 ½ kilo de patatas
2 cebollas blancas medianas
2 tomates grandes y maduros
1 pimiento rojo dulce
½ cabeza de ajo
½ taza de aceite de oliva
½ taza de vino blanco
1 pizca de comino
½ pimentón verde mediano
½ pimentón rojo mediano
Sal y pimienta recién molida al gusto
2 huevos duros
Perejil picado al gusto
½ taza de agua
Preparación
Lava y pela las patatas en trozos medianos. Sécalos y sofríelos brevemente en una sartén con aceite caliente –por tandas de ser necesario-. A medida que retires las patatas fritas del sartén ponlas sobre papel absorbente para retirar el exceso de grasa.
Luego corta las cebollas, los tomates, el pimiento y los pimentones en brunoise. Además, maja los ajos hasta obtener una pasta.
En una sartén honda agrega aceite de oliva, calienta a fuego medio e incorpora las patatas fritas, la pasta de ajo, luego las cebollas, el pimiento, los pimentones y el tomate. Remueve varios segundos al agregar cada ingrediente para que liberen individualmente todo su aroma y sabor. Añade el comino, la sal y la pimienta al gusto y continúa removiendo suavemente el tiempo necesario hasta integrar todos los ingredientes y obtener un hermoso sofrito.
Pasa la preparación por capas y delicadamente a un caldero de tamaño adecuado para la cantidad de ingredientes. Seguidamente adiciona el vino mezclado con 1/2 taza de agua, pon a fuego mínimo y continua cocinando hasta que las patatas estén suaves. Rectifica la sazón y ajusta de ser necesario. Remueve suavemente para que las patatas suelten un poco el almidón y la preparación quede un poco espesa pero no en exceso.
Finalizada la cocción, lleva a la mesa en el mismo caldero donde terminaste la preparación previamente decorado con cuartos o rebanadas de huevo duro y espolvoreado con perejil.
Y ¡buen provecho¡