La rehabilitación de caderas en personas mayores es principal para mejorar la calidad de vida y la movilidad. Con la edad, las articulaciones, especialmente la cadera, tienden a desgastarse, lo que puede generar dolor, limitación de movimientos y, en algunos casos, pérdida de autonomía.
La cadera es una de las articulaciones que soporta el peso del cuerpo, lo que hace que esté muy propensa a lesiones y enfermedades como la artrosis o las fracturas. Afortunadamente, los cuidados adecuados y los ejercicios específicos son de gran ayuda para aliviar el dolor y mejorar la funcionalidad.
Cuidados esenciales para la rehabilitación de la cadera
Para iniciar un proceso de rehabilitación efectivo, se necesita un enfoque holístico que combine tratamientos médicos, cuidados específicos y ejercicios adecuados.
La atención debe ser personalizada, ya que cada persona puede presentar distintos niveles de movilidad y diferentes tipos de afecciones.
Uno de los primeros pasos en el tratamiento es la evaluación médica para determinar el grado de afectación de la cadera.
En función de la condición de la persona mayor, los profesionales de la salud determinarán si es necesario recurrir a intervenciones como la cirugía o si con tratamientos conservadores, como la fisioterapia, es suficiente.
El uso de dispositivos de ayuda también juega un papel importante durante la rehabilitación. Muletas, andadores o bastones son herramientas que permiten que los mayores se movilicen con mayor seguridad y reduzcan el riesgo de caídas, que pueden ser especialmente peligrosas a esta edad.
Además, el descanso adecuado es esencial, ya que el cuerpo necesita tiempo para sanar, especialmente después de una cirugía o un período de dolor intenso.
En cuanto al cuidado de la cadera, es necesario mantener un control del peso corporal. Un peso elevado aumenta la presión sobre las caderas, empeora el dolor y ralentiza la recuperación.
Llevar una dieta equilibrada y hacer actividades suaves para mejorar la circulación sanguínea son aspectos que benefician notablemente la rehabilitación.
El rol de la fisioterapia en la rehabilitación de caderas
La fisioterapia es clave en la rehabilitación de la cadera en personas mayores. Este tratamiento no solo ayuda a aliviar el dolor, sino que mejora la movilidad y fortalece los músculos circundantes para apoyar la articulación. Para obtener los mejores resultados, es preciso contar con un fisioterapeuta especializado en geriatría.
En algunas situaciones, es recomendable buscar un fisio en Málaga especializado en la rehabilitación de caderas en mayores. Contar con un profesional cercano es beneficioso para un seguimiento constante de la evolución del paciente y ajustes de los ejercicios según la respuesta del cuerpo.
Los programas de fisioterapia para la rehabilitación de caderas suelen centrarse en tres áreas: el fortalecimiento muscular, la mejora de la flexibilidad y la mejora de la movilidad general.
Estos programas incluyen ejercicios que aumentan la fuerza de los músculos de las piernas, especialmente los glúteos y los cuádriceps, para que la cadera reciba el apoyo necesario al caminar.
Ejercicios para la rehabilitación de caderas
-
Elevaciones de pierna recta: fortalece los músculos de la cadera y los glúteos. Para realizarlo, se debe acostar de espaldas y levantar una pierna recta, manteniéndola unos segundos en el aire antes de bajarla lentamente.
-
Flexiones de cadera: mejora la movilidad de la cadera. Se realiza doblando la rodilla hacia el pecho mientras se está acostado de espaldas, sosteniendo la posición durante unos segundos antes de soltar la pierna.
-
Abducción de cadera: se realiza de pie o acostado de lado. Consiste en levantar la pierna lateralmente, lo que trabaja los músculos abductores de la cadera y mejora el equilibrio.
-
Ejercicios de estiramiento: los estiramientos suaves de los músculos de la cadera son esenciales para mantener la flexibilidad y evitar la rigidez, especialmente cuando la persona pasa mucho tiempo sentado o acostado.
Haz los ejercicio con regularidad para obtener resultados satisfactorios. A medida que los músculos se van fortaleciendo, el rango de movimiento mejora y el dolor disminuye.