La energía solar es una energía renovable y limpia ya que se obtiene directamente de la radiación electromagnética del sol. Puesto que en unos cuantos millones de años no está previsto que esta gran estrella se apague, este tipo de energía es también inagotable y variable, ya que oscila dependiendo de la zona y de las condiciones meteorológicas de cada momento. Además, tiene la gran ventaja de que es posible generarla en cualquier lugar del mundo y a la escala que se necesite, desde en grandes plantas como en pequeñas instalaciones de autoconsumo, siempre de la mano de empresas confiables en la instalación.
Por todo ello, debido a la evolución y simplificación de la tecnología para obtenerla y al abaratamiento de los costes, entre otras cosas, la energía solar se está imponiendo a nivel global cada vez más, dejando casi al margen a la energía procedente de combustibles fósiles como el petróleo, el carbón o el gas.
Tipos de energía solar
La forma de energía solar que más se está popularizando en la actualidad es la energía fotovoltaica. De hecho, según informes de la organización ecologista Greenpeace, la fotovoltaica podría suministrar electricidad a dos tercios de la población mundial en el año 2030. Aún así, existen otros tipos de energía solar de los que te hablaremos a continuación.
Para clasificar las energías solares es habitual hablar de si utilizan tecnologías activas o pasivas dependiendo de cómo se absorben, transforman y distribuyen para llegar al consumidor. Dentro de las energías activas destacan la energía fotovoltaica y la energía solar térmica:
- Energía solar fotovoltaica: es la encargada de captar los rayos del sol y de transformarlos en electricidad mediante las placas solares que se colocan tanto en grandes centrales o granjas solares como en superficies más pequeñas como tejados o paredes de viviendas.
- Energía solar térmica: utiliza el sol para producir calor para cocinar alimentos, calentar agua, calefacción o para producción de energía mecánica y, a partir de ella, de energía eléctrica.
Las tecnologías pasivas no usan sistemas mecánicos y son aquellas que se encuentran en la arquitectura bioclimática. Esto hace referencia al diseño de edificios aprovechando al máximo los recursos naturales como puede ser su orientación al sol, los espacios con ventilación cruzada, la selección de materiales, etc.
5 usos de la energía solar
Con todo ello, la energía solar está muy presente en nuestras vidas y los usos que se dan de ella son de lo más variados. Desde conectar un ordenador en una oficina a calentar el agua en una vivienda pasando por coger un autobús o utilizar un reloj de carga solar, la energía solar cuenta con múltiples usos.
Electricidad
Como no, la generación de electricidad para hacer funcionar cualquier aparato, desde un microondas a cargar el móvil, es la forma más común de sacar partido a la energía solar en todo el mundo. En este sentido, a la hora de realizar una instalación particular es muy importante tener en cuenta la capacidad de la que se dispone.
Calefacción
El sistema de calefacción es también un uso bastante habitual para la energía solar y puede ser de lo más eficiente con una instalación adecuada. El suelo radiante es el emisor de calefacción más adecuado para este tipo de energía ya que no alcanza una temperatura tan elevada como los radiadores.
ACS
El agua caliente sanitaria puede provenir de instalaciones que aprovechen la energía del sol tanto para las duchas o lavabos como para calentar el agua del lavavajillas o de la lavadora. Muchas veces este sistema cuenta con acumuladores y sirve como apoyo no solo en viviendas sino también en establecimientos comerciales y hoteles.
Iluminación
Numerosas ciudades europeas ya están apostando por la energía solar para el alumbrado público y empieza a ser muy habitual que las farolas y las fachadas de edificios cuenten con placas solares. En los hogares, la iluminación es uno de los usos más comunes de este tipo de energía, que también se aplica habitualmente en muchos modelos de lámparas de jardín o para zonas exteriores.
Transporte
Aunque de momento se está probando esta tecnología en autobuses urbanos, los coches solares pueden ser pronto una realidad porque desde hace tiempo que se trabaja con prototipos que cuentan con placas en la parte superior y hacerlos así autosuficientes y no contaminantes.
Como vemos, la investigación y la carrera por las energías no renovables hace que la energía solar tenga cada vez más aplicaciones.