La necesidad de comunicarse es innata en el ser humano; y el deseo de hablar de forma coherente para que nos entiendan claramente es algo que siempre deseamos controlar. Por eso, al analizar el tema de hoy conocerás cómo mejorar la dicción. Además, con nuestras sugerencias podrás tener varias herramientas que puedes practicar a consciencia hasta lograr el objetivo de perfeccionar tu dicción. Sigue leyendo y acepta el reto.
¿Por qué existen los problemas de dicción?
Las deficiencias de la dicción se remontan a nuestra niñez. De allí lo importante que es, con mucha paciencia, evitar las burlas y dar el ejemplo, animando a los niños a mejorar cada día su dicción. En general, todos en algún momento hemos mostrado fallas en nuestra dicción al usar de manera incorrecta algunos términos o expresiones, al hablar omitiendo sonidos, cambiando en una palabra una letra por otra, modificando drásticamente su significado, o arrastrando las consonantes al hablar.
Pero, como una meta elevada del ser humano es mejorar en todos los aspectos cada día, aprovecha ese impulso natural y con algunos sencillos ejercicios que te sugerimos, podrás con constancia y práctica diaria mejorar considerablemente tu dicción y hablar con más elocuencia y seguridad.
Cómo mejorar la dicción
Te daremos varias claves que podrás utilizar diariamente de forma responsable y constante, con el objetivo de que logres mejorar tu dicción.
Vocalización
Esta herramienta te permitirá tener un tono de voz más atractivo y subir o bajar el tono mientras conversas.
Procede a relajar todo tu cuerpo y tu garganta. De seguido, inspira y pronuncia por varios segundos con un tono constante las vocales u, o, a, e, i. Comienza el ejercicio con un tono de pronunciación bajo y luego trata de alcanzar los tonos más agudos que puedas obtener.
Respiración
Si manejas un buen método de respiración tu diafragma estará fuerte, lo que resultará en que no te falte el aire al hablar. También tendrás un mejor manejo del volumen de tu voz.
Para obtenerlo, siéntate y asegúrate de tener la espalda derecha, eleva un poco tu pecho, mantén tus hombros hacia atrás y relajados. Expulsa todo el aire que contengan tus pulmones y luego inspira hasta que tu abdomen se infle, tu ombligo se eleve y tus costillas se expandan.
Comienza tu proceso de respiración contando lentamente hasta tres al inspirar, también mientras retienes el aire y luego mientras lo expulsas. Practica este método 2 veces al día durante 5 minutos.
Practica trabalenguas
Los trabalenguas ayudan muchísimo a mejorar la dicción porque desarrollan grandemente la agilidad de usar en conjunto la lengua y los labios. Y esta es una clave importante para que quien te oiga te entienda mejor y tú tengas una mejor dicción.
Apréndete de memoria como mínimo 5 trabalenguas y practícalos a diario por lo menos 6 veces. Las primeras tres repeticiones hazlas colocando un lápiz debajo de tu lengua; y las otras 3 exagera al máximo los movimientos de tu boca, lengua y labios. Toma nota de este trabalenguas para que te inspires y añadas a tu lista algunos más.
“Ese Lolo es lelo, le dijo la Lola a Don Lalo, pero Don Lalo le dijo a la Lola. No Lola, ese Lolo no es lelo, es un lila. ¿Es un lila Don Lalo, ese Lolo en vez de ser lelo? Sí Lola, es un lila y no un lelo ese Lolo, le dijo Don Lalo a la Lola”
Improvisar
La improvisación mejora muchísimo la dicción porque te da la agilidad necesaria para hablar bien. Para improvisar debes elegir un tema que conozcas bien o te guste mucho.
Realiza un pequeño esquema con máximo 4 ideas clave y con él improvisa un pequeño discurso frente al espejo; más adelante hazlo frente a un amigo, un pequeño grupo de personas y así ve aumentando el reto. Ten siempre presente que la práctica hace al experto mejorar la dicción.